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SOMOS HIJOS DE MARIA Y HERMANOS DE JESÚS, NO ESCLAVOS
Domingo 1 de enero
María Madre de Jesús
Lucas 2, 16-21
El
recuerdo de la Virgen María hace aún más agradable esta buena noticia.
Ella, María de Nazaret,
una humilde muchacha de pueblo, fue elegida de Dios para traer a este mundo al
Salvador. Y hoy, primero de enero, los cristianos le dedicamos una de las
fiestas más solemnes del año, recordando y celebrando su Maternidad: Santa
María, Madre de Jesús.
Ciertamente es un recuerdo que a todos nos llena de alegría y de
esperanza. Y que está plenamente centrado en el espíritu de estas fiestas
navideñas: ella, nuestra mejor maestra en la celebración de la navidad.
María, la Madre, la que dio a luz a Jesús. La que se alegró
íntimamente de la presencia de los pastores y de las palabras que decían. La
que le llevó al templo. La que junto con José su esposo, le puso el nombre de
Jesús. La que “meditaba todas estas cosas” que pasaban a su Hijo, “guardándolas
en su corazón”…
Más tarde ella será también la perfecta discípula de su Hijo, la
primera cristiana, miembro de la comunidad apostólica de Jerusalén.
Por eso no nos extrañamos que, junto a su entrañable título de
Madre de Jesús, sea invocada hoy gozosamente por los cristianos como Madre de
la Iglesia, Madre de todos los que creen en Jesús.
Así empezamos el año con una fe renovada en Jesús, como el hermano
que dio su vida por nosotros. Y a la vez con un recuerdo filial hacia su Madre
y nuestra Madre.
También fue ella la que mejor supo alabar a Jesús, dándole
gracias en su canto del Magníficat, por lo que había hecho en favor de todos. Y
finalmente estuvo al pie de la Cruz, en comunión perfecta con su Hijo en el
momento de la muerte, como lo había estado en el de su nacimiento.
¿No son estas tres actitudes las fundamentales en nuestra
Eucaristía? Escucha de la palabra, acción de gracias, comunión con
el Cuerpo entregado y la Sangre derramada de Cristo Jesús…
Que la Virgen María, Madre, sea nuestra imagen y aprendamos de
su humildad y sencillez y nos dé ánimos para empezar con optimismo cristiano el
nuevo año.
JESÚS NACE HOY EN EL SIGLO 21
NAVIDAD
Nacimiento de Jasús
Juan 1,1-18
Y a esta ciudad llegó un día un ser venido de lejanas tierras.
Era alguien que nunca jamás había oído la palabra «Navidad», alguien que no
había oído siquiera el nombre de Cristo.
Era, tal vez, un monje sintoísta que hubiera vivido siempre
encerrado en un monasterio del Japón.
O quizá un piadoso musulmán que en algún país del Medio Oriente
rezaba todos los días a Alá al levantarse el sol.
O puede que fuera un anciano hindú que hubiese pasado la vida
entera venerando al sagrado río Ganges.
O un religioso rabino judío que consumió su vida en una sinagoga
de algún pequeño pueblo de Palestina.
O quizá ni siquiera era un ser humano. Quién sabe si el extraño
visitante no era en realidad un marciano de esos que nos imaginamos con
grotescas figuras.
Es igual, elijan ustedes. Basta con que se trate de alguien que
llega esta tarde a nuestras calles, alguien que no sabe ni sospecha qué fiesta
es la que estamos celebrando. Alguien que hoy se pasea por nuestras avenidas y
se pregunta a sí mismo qué fiesta es esta que estamos celebrando. Acompañémosle
por las calles de nuestra ciudad y tratemos de adivinar lo que piensa cuando ve
lo que ve.
Nuestro amigo acaba de llegar a la plaza Mayor de la ciudad o
del pueblo y sus ojos se van hacia unos letreros que le llaman la atención.
Nuestro amigo piensa que está empezando a comprender. «Eso es
-se dice a sí mismo-, los españoles están celebrando la fiesta del dinero. Ése
es su dios. O al menos el mayor de sus dioses. A ese dios rinden culto. En ese
dios es en quien piensan más tiempo y a quien mayormente se encomiendan.
Es una fiesta extraña, piensa nuestro amigo, mientras sigue
caminando por las calles iluminadas, pero ya le han dicho que los
occidentales somos gente muy especial.

Nuestro amigo ha comenzado a dudar. Ya no está seguro de que sea
la fiesta del dinero. ¿No será más bien la fiesta del estómago?
Tal vez sí, tal vez los españoles dediquen unos días al año a dar culto a la gula y se atiborren de dulces y bebidas y de los manjares más caros y exquisitos. Tal vez, quién sabe. ¡Los occidentales son tan extraños!
Tal vez sí, tal vez los españoles dediquen unos días al año a dar culto a la gula y se atiborren de dulces y bebidas y de los manjares más caros y exquisitos. Tal vez, quién sabe. ¡Los occidentales son tan extraños!
Pero en su pasear a nuestro visitante le ha llamado la atención
el número de niños que ve por las calles.
Nuevamente le han entrado dudas a nuestro amigo. Porque ahora
está preguntándose si no celebraremos la fiesta de los niños. Esto le parece
más lógico que una fiesta del dinero o del estómago. Y piensa que sí, que eso
debe de ser: son los días en que los occidentales dan culto a los niños y por
eso les llenan de regalos.
Pero cuando sigue paseando por las calles nota en las caras de
la gente un algo especial. Y empieza a imaginarse que tal vez estamos
celebrando la fiesta de la fraternidad.
Pero desciende a los suburbios de esa ciudad y empieza a ver
rostros que no parecen ser felices ni siquiera en estos días.
Ve vagabundos abandonados, ancianos que parecen solitarios. E
intenta hablar con ellos.
Pero después de hablar con ellos, nuestro visitante empieza a no
estar muy seguro de que sea la fraternidad el centro de estos días.
Cansado, al caer de la tarde, nuestro amigo penetra en una
iglesia. Y allí en medio de la oscuridad, le llama la atención un rincón
iluminado.
Lo que ve es un extraño portal en el que hay unas figuritas de
barro. Un niño recién nacido que reposa en el pesebre. Una figura de mujer que
tiernamente le mira. Un anciano que parece cuidar de los dos. Una mula que mira
al niño con ojos casi humanos. Un buey que le da calor con su aliento.
¿O que somos unos hipócritas que no creemos lo que decimos
creer?
O tal vez nuestro amigo ha tenido mala suerte. Quizá no se
sorprendería tanto si hubiera aterrizado en otro país y con otros cristianos.
Puede que hubiera entendido mejor la Navidad si hubiera visto la que celebran otros cristianos en
otros países «menos católicos» pero más creyentes.
Por ejemplo… si hubiera visto esta celebración navideña en un
pueblecito de la India. A través de una madre hubiera entendido mejor la figura
de María.
Y hubiera entendido mejor la pobreza de la cuna. Y habría
descubierto a José en el carpintero.
Había comprendido mejor la sencillez de los pastores. Y los
dones humildes de los Reyes Magos.
Y le habría parecido más profundamente religiosa la danza de
alegría ante el pequeño recién nacido.
Porque tal vez hay que ser pobre y sencillo para poder entender
la pobreza y la sencillez de la Navidad.
Porque tal vez en Occidente somos demasiado ricos y demasiado
listos para comprender el amor de un Dios que se hizo niño en Belén.
JESÚS, EL MEJOR REGALO QUE SE NOS DARÁ ESTA NAVIDAD
Domingo 18 de diciembre
4º de adviento
Mateo 1,18-24
Érase una vez un rey
generoso y sabio. Trataba a los ricos y a los pobres del mismo modo y era muy
bondadoso con los niños.
Un año todos sus súbditos decidieron celebrar una gran fiesta en el día de su cumpleaños. Y lo hicieron de manera distinta a los años anteriores. Como trataba a todos por igual decidieron que todos los regalos iban a estar envueltos con papel blanco para que parecieran iguales.
Cuando llegó el día todos trajeron sus regalos blancos al rey. Unos eran un puñado de arroz pero envuelto en papel blanco. Otros regalos eran joyas o marfil pero estos también estaban envueltos en papel blanco. Todos parecían iguales y cuando el rey los abrió trató a todos por igual porque sabía que todos llevaban el mismo amor y devoción.
Y los que no tenían regalos que ofrecer firmaban en un libro blanco para ofrecerle su tiempo y sus talentos.
¿Ya ha encontrado el regalo perfecto para esta Navidad?
¿Ya ha practicado la elegancia social del regalo?
Sus hijos no necesitan un nuevo juguete, le necesitan a usted.
Su esposa no necesita el último perfume de Calvin Klein, le necesita a usted.
Sus padres ya mayores no necesitan guantes nuevos, necesitan que usted les caliente sus manos con su calor.
Dar cosas es fácil, darse uno mismo es lo difícil.
Jesús es el regalo de Dios para todos nosotros y no necesita nada pero nos necesita a nosotros.
Los demás nos necesitan también a nosotros. No cosas o regalos. Nuestro tiempo, nuestra escucha, nuestro interés, nuestra solidaridad, nuestra cercanía, nuestra humanidad.
La cuestión es si estamos a ofrecer ese regalo…
Un año todos sus súbditos decidieron celebrar una gran fiesta en el día de su cumpleaños. Y lo hicieron de manera distinta a los años anteriores. Como trataba a todos por igual decidieron que todos los regalos iban a estar envueltos con papel blanco para que parecieran iguales.
Cuando llegó el día todos trajeron sus regalos blancos al rey. Unos eran un puñado de arroz pero envuelto en papel blanco. Otros regalos eran joyas o marfil pero estos también estaban envueltos en papel blanco. Todos parecían iguales y cuando el rey los abrió trató a todos por igual porque sabía que todos llevaban el mismo amor y devoción.
Y los que no tenían regalos que ofrecer firmaban en un libro blanco para ofrecerle su tiempo y sus talentos.
¿Ya ha encontrado el regalo perfecto para esta Navidad?
¿Ya ha practicado la elegancia social del regalo?
Sus hijos no necesitan un nuevo juguete, le necesitan a usted.
Su esposa no necesita el último perfume de Calvin Klein, le necesita a usted.
Sus padres ya mayores no necesitan guantes nuevos, necesitan que usted les caliente sus manos con su calor.
Dar cosas es fácil, darse uno mismo es lo difícil.
Jesús es el regalo de Dios para todos nosotros y no necesita nada pero nos necesita a nosotros.
Los demás nos necesitan también a nosotros. No cosas o regalos. Nuestro tiempo, nuestra escucha, nuestro interés, nuestra solidaridad, nuestra cercanía, nuestra humanidad.
La cuestión es si estamos a ofrecer ese regalo…
MISSIÓ COMPLIDA
Avui tots els grups de Confirmació i Juniors ens unim a Caritas en la seua labor d'ajuda als més necessitats.
Hem recorregut el poble arreplegant aliments per a plena l'economat de Caritas i d'aquesta forma posar el nostre granet d'arena al servei dels altres, donant-nos a ells sense esperar gens a canvi.
Els ensenyaments en les reunions són molt importants però avui és el moment de posar-les en pràctica i d'aquesta forma ajudar a aconseguir que els que necessiten de la nostra ajuda se senten una mica més feliços aquest Nadal.
Hem recorregut el poble arreplegant aliments per a plena l'economat de Caritas i d'aquesta forma posar el nostre granet d'arena al servei dels altres, donant-nos a ells sense esperar gens a canvi.
Els ensenyaments en les reunions són molt importants però avui és el moment de posar-les en pràctica i d'aquesta forma ajudar a aconseguir que els que necessiten de la nostra ajuda se senten una mica més feliços aquest Nadal.
DIOS ES AMOR, NUNCA TEMOR, ESTE NO EXISTE
Domingo 11 de diciembre
3º de Adviento
Mateo 11,2-11
Son personas que, tal vez, durante años han acudido a misa domingo tras domingo, pero nunca “han celebrado la eucaristía” ni la vida. No han dado gracias a Dios por la existencia ni se han sentido alimentados interiormente.
Son hombres y mujeres que, quizás, se han confesado de sus pecados durante años, pero no han experimentado el gozo, la fuerza renovadora y la liberación que nace en la persona cuando se sabe perdonada en las mismas raíces de su ser. Les parecía un castigo horroroso acercarse a recibir el don que más debería apreciar el hombre.
La moral cristiana siempre les ha parecido una carga insoportable y un fastidio. La mejor manera de hacer la vida de las personas más dura, pesada y molesta de lo que ya es en realidad. Una imposición más o menos represiva. Nunca una liberación y crecimiento personal.
Su relación con Dios ha estado impregnada de un temor oscuro e inevitable. ¿Cómo acercarse gozosamente a Alguien que nos presiona con castigos infinitos e inexplicables?
Estas personas necesitan escuchar hoy una noticia importante. La mejor noticia que pueden escuchar si saben realmente entender lo que significa. Ese Dios al que tanto temen, NO EXISTE.
El
evangelio de hoy es la última tentación de Juan. Es la tentación de todo
creyente cuando siente que Dios no responde a la idea que nosotros nos habíamos
hecho de él. O cuando Dios pareciera desentenderse de nosotros y nos deja solos
y abandonados en la humedad y la oscuridad de la cárcel de nuestros problemas.
O cuando no lo vemos y sentimos que tampoco nos escucha, ni nos hace caso.
Pero Él está ahí.
ALEJANDRO, MISIONERO EN SIRIA: “LA GUERRA HA DESTRUIDO LA HUMANIDAD DE MUCHOS”
Me he tomado la libertad de transcribir parte de la entrevista al misionero Alejandro que está viviendo la realidad de la guerra en Siria.
Por Jesús Bastante

Los salesianos siempre se han dedicado a la educación, afirmó a
RD, pero en tan cruel y tan triste situación como la de Siria su misión
adquiere una importancia especial: la de ayudar a los jóvenes a
descubrir qué significa apoyarse en el Evangelio de él que nos
aconsejó que volviéramos la otra mejilla.
Hoy estamos con Alejandro, misionero salesiano venezolano, pero
que trabaja en la otra parte del mundo.
Sí, en Siria.
Un pueblo que lleva demasiado tiempo sufriendo.
Cinco años y medio. Un poco más.
¿Cuál es la situación actual en Siria?
Para decirlo de forma resumida, desde el inicio hasta mayo del
2016, era una guerra muy cruel y muy difícil, con muchos aspectos que hacían
pesar el día a día. Las tragedias de las muertes y los heridos. Pero desde mayo
de 2016 se ha encrudecido, llegando a unos niveles de falta de humanidad muy
elevados.
¿Por qué sucede esto a
partir de mayo?
No sabría decirlo. Me imagino que desde el noviembre del año
pasado, cuando Rusia decide entrar con un poco más de fuerza en el conflicto,
se hace evidente algo que ya estaba antes: que en verdad no es una guerra
civil, como se ha bautizado, porque desde el inicio había un ejército compuesto
de sirios, y otro ejército compuesto por ochenta nacionalidades, donde también
había muchísimos sirios.

¿No resulta más complicado para los cristianos? En una situación como en la que
se encuentra Siria, que no solo es una guerra entre dos bandos, sino que uno de
estos bandos además tiene una cruzada contra los cristianos. ¿Ese trabajo, no
se puede ver más complicado, más amenazado?
Sí. La amenaza se encuentra en el hecho de que si ese bando
llega a tener el poder, va a ser muy difícil para todos. Por ahora, la gran
dificultad es que los cristianos estamos en medio de una guerra que en verdad
no es nuestra. Y estamos llevando golpes de todas las partes. Y con el gran
miedo (estoy hablando de la población) de que llegue el día en que el bando más
radical del Islam pueda ganar, porque será difícil. De hecho, lo es ya desde el
inicio.
A veces, aquí en Europa se ha presentado el conflicto como si
todo el mundo estuviera contra el presidente. Y no es claramente así. Eso es
muy discutible. Me atrevo a decir, que una buena parte, sobre todo los
cristianos, está a favor del presidente. Algunos estarán convencidos. Otros…
Verán la amenaza del Daesh. Pensarán: “Virgencita que me quede como estoy”.
Exactamente. Desde el inicio, el programa de gobierno que ha
presentado la oposición era decir: que los alauitas (que son la tribu que está
ahora en el poder), a la tumba. Y los cristianos, que se vayan al Líbano o que
se se vayan con los alauitas, es decir, a la tumba. Ante ese programa de
gobierno, el otro puede ser que me guste. O que no me guste, pero siempre será
un mal menor.
Vitalmente es comprensible.
¿Cuándo tienes pensado regresar?
Mañana.
¿Y qué esperas encontrarte?
A mis muchachos. A los jóvenes. De hecho, estuve hablando ayer
con algunos de ellos y el sentimiento de extrañarlos es mutuo.
Sí, lo son. Absolutamente.
Hay muchas cosas por hacer. Pero no son solo las actividades, es
el hecho de tener experiencias vivas de fe y de esperanza. De razón de vivir.
Porque hay mucha hambre de pan pero en una guerra como esta, realmente
necesitamos llenarnos de cuál es el sentido de la vida.
Además de parar la muerte, que probablemente no esté en vuestras manos, sí que
hay que generar opciones de vida, y eso es lo que lleváis haciendo desde hace
mucho tiempo.
Muchas gracias, en nuestro nombre, a tu persona y a los
misioneros que estáis trabajando allí, por la labor que hacéis y por la vida
que dais. Y por venir aquí a contarlo. En muchas ocasiones parece que no nos
competen las cosas, porque, o no nos lo cuentan, o nos lo cuentan mal. Buena
suerte en tu viaje.
MARÍA INMACULADA, INCONDICIONAL CON EL PADRE
Jueves 8 de diciembre
Día de la Inmaculada
María se define por una relación, la original, la primera, la que tiene con su creador, esa es su virginidad.
Y si hubiera sido de otra manera no pasaría nada.
Dicen y es verdad, que todos tenemos tres nombres.
El primero es el que nos ponen nuestros padres al nacer. Nombre caprichoso, el que está de moda, nombre de un río, de un continente, de un futbolista famoso, combinación de letras… La verdad que dice poco y vale menos.
El segundo es el nombre que nos pone la sociedad. Olvidado el primero, se nos conoce por lo que hacemos: ahí va el secretario, el médico, el alcalde, el albañil…
El tercero es el nombre que nos pone Dios, el nombre de nuestra relación primera y original. “Al vencedor le daré una piedrecita blanca con un nombre nuevo”, le dice a la Iglesia de Pérgamo en el Apocalipsis.
Nuestra vida debiera estar orientada a descubrir el nombre con el que Dios nos llama y nos conoce desde antes de nacer.
A la virgen sus padres la llamaron María, nombre nada original en aquellos tiempos.
Sus vecinos de Nazaret seguro que la conocerían como la esposa de José y la madre de Jesús.
Dios la llamó, “la llena de gracia”.
En este día de fiesta todos los cristianos podemos reclamar nuestra virginidad, al margen de todas las definiciones técnicas de esta realidad, porque la virginidad se define por la única relación que importa, la que tengo con Dios y que tiene que ser total y fundamental.
Usted sabe bien su nombre, pero ¿se ha preguntado alguna vez por el nombre con el que Dios le conoce?
Intente colarse en la mentalidad de Dios y ponerse un nombre.
EL SECRETO ESTÁ EN LA CONVERSIÓN PERSONAL
Domingo 4 de diciembre
2º Adviento
Mateo 3,1-12
Érase una mujer que fue
expulsada del cielo. Al salir le dijeron que sería admitida de nuevo si traía
el regalo más querido por Dios.
Trajo gotas de sangre de un patriota que murió en la batalla.
Trajo el dinero que una pobre viuda había dado a los pobres.
Trajo una Biblia de un famoso predicador.
Trajo el polvo de los zapatos de un famoso misionero.
Trajo muchas reliquias de los santos.
Ninguno de esos regalos era el que más le agradaba a Dios.
Trajo gotas de sangre de un patriota que murió en la batalla.
Trajo el dinero que una pobre viuda había dado a los pobres.
Trajo una Biblia de un famoso predicador.
Trajo el polvo de los zapatos de un famoso misionero.
Trajo muchas reliquias de los santos.
Ninguno de esos regalos era el que más le agradaba a Dios.
Un día vio a un niño que
jugaba en una fuente. Un hombre a caballo se apeó para apagar su sed y al ver
al niño recordó la inocencia y la alegría de su infancia.
Miró al agua y vio el reflejo de su cara arrugada y endurecida y toda su vida sucia y malvada pasó por su mente. Lágrimas de arrepentimiento llenaron sus ojos y regaron sus mejillas.
La mujer cogió una de esas lágrimas y la llevó al cielo y fue recibida con gran alegría por los ángeles y por Dios.
Miró al agua y vio el reflejo de su cara arrugada y endurecida y toda su vida sucia y malvada pasó por su mente. Lágrimas de arrepentimiento llenaron sus ojos y regaron sus mejillas.
La mujer cogió una de esas lágrimas y la llevó al cielo y fue recibida con gran alegría por los ángeles y por Dios.
Usted lo que necesita es
un trasplante de corazón.
El viejo, cansado y enfermo corazón hay que quitarlo. No funciona adecuadamente y corre un alto riesgo.
Hay que buscar un donante para hacer el difícil trasplante.
¿Está usted en la lista de espera?
Hay personas que nunca van al médico porque piensan que están sanos. ¿Para lo que me va a decir? Me va a recetar las pastillas de siempre. Me va a dar los mismos consejos. Mejor me quedo en casa.
En este segundo domingo de Adviento, Juan el Bautista que se estrena como predicador y por ser novato es muy atrevido se encara con la gente y les grita sin contemplaciones: "Reformar vuestras vidas".
Juan es el cirujano que nos dice: Vosotros lo que necesitan es un trasplante de corazón.
El viejo, cansado y enfermo corazón hay que quitarlo. No funciona adecuadamente y corre un alto riesgo.
Hay que buscar un donante para hacer el difícil trasplante.
¿Está usted en la lista de espera?
Hay personas que nunca van al médico porque piensan que están sanos. ¿Para lo que me va a decir? Me va a recetar las pastillas de siempre. Me va a dar los mismos consejos. Mejor me quedo en casa.
En este segundo domingo de Adviento, Juan el Bautista que se estrena como predicador y por ser novato es muy atrevido se encara con la gente y les grita sin contemplaciones: "Reformar vuestras vidas".
Juan es el cirujano que nos dice: Vosotros lo que necesitan es un trasplante de corazón.
NO ES TIEMPO DE MIRAR HACIA TRAS, ADVIENTO ES TIEMPO DE MIRAR HACIA ADELANTE
Domingo 27 de noviembre
1º de Adviento
Mateo 24, 37-44
Estar vigilantes, estar atentos, no dejar pasar las ocasiones y las oportunidades de Jesús en la historia, en la Iglesia, en la vida.
LOS ZAPATOS DE JESÚS
Yo soy un experto en huellas. Estudiando las huellas he
detenido a muchos ladrones y asesinos.
Un día me llamó el director del departamento de seguridad y me dijo: tengo un nuevo caso para usted. Quiero que descubra el camino por el que va a venir Jesús. Usted es un experto en huellas, confío en que lo resolverá.
Salí a la calle, recorrí caminos y avenidas, pregunté a los seguidores de ese tal Jesús, examiné muchas huellas y por primera vez en mi vida sentí que el caso se me escapaba de las manos.
Decidí abandonar el caso y, una mañana, muy desilusionado, me dirigí a la oficina del director de seguridad.
En mi camino leí el rótulo de un escaparate que decía: “Los zapatos de Jesús”.
Entré y le expliqué al anciano que la regentaba mi gran problema. Éste me escuchó con mucha atención y entró en el interior de la tienda y me sacó unos zapatos desgastados, sin marca alguna y que no eran de mi número. Eran más pequeños.
Tanto me insistió el buen hombre que me los puse y salí a la calle con los zapatos puestos.
Lo que pasó a continuación es un misterio.
La tienda fue destruida para edificar apartamentos de lujo. Yo decidí largarme a la capital.
Así que amigos, como el caso está aún sin resolver, les invito a hacerse cargo de él.
Tenéis dos pistas fiables. Primera. Debéis poneros los zapatos de Jesús, calza el mismo número que tus hermanos más pobres y menos queridos.
Segunda. Las huellas de Jesús son las huellas de la humanidad pobre y necesitada.
Si seguís estas huellas descubriréis el camino por el que Jesús viene a vuestra vida y experimentaréis la alegría de la salvación.
Jesús no anuncia su venida en las vallas publicitarias, ni en youtube.
Vosotros y yo tenemos que hacer de detectives y descubrir sus huellas en nuestro corazón.
Hermoso trabajo para el tiempo de Adviento, es decir, para toda nuestra vida.
Un día me llamó el director del departamento de seguridad y me dijo: tengo un nuevo caso para usted. Quiero que descubra el camino por el que va a venir Jesús. Usted es un experto en huellas, confío en que lo resolverá.
Salí a la calle, recorrí caminos y avenidas, pregunté a los seguidores de ese tal Jesús, examiné muchas huellas y por primera vez en mi vida sentí que el caso se me escapaba de las manos.
Decidí abandonar el caso y, una mañana, muy desilusionado, me dirigí a la oficina del director de seguridad.
En mi camino leí el rótulo de un escaparate que decía: “Los zapatos de Jesús”.
Entré y le expliqué al anciano que la regentaba mi gran problema. Éste me escuchó con mucha atención y entró en el interior de la tienda y me sacó unos zapatos desgastados, sin marca alguna y que no eran de mi número. Eran más pequeños.
Tanto me insistió el buen hombre que me los puse y salí a la calle con los zapatos puestos.
Lo que pasó a continuación es un misterio.
La tienda fue destruida para edificar apartamentos de lujo. Yo decidí largarme a la capital.
Así que amigos, como el caso está aún sin resolver, les invito a hacerse cargo de él.
Tenéis dos pistas fiables. Primera. Debéis poneros los zapatos de Jesús, calza el mismo número que tus hermanos más pobres y menos queridos.
Segunda. Las huellas de Jesús son las huellas de la humanidad pobre y necesitada.
Si seguís estas huellas descubriréis el camino por el que Jesús viene a vuestra vida y experimentaréis la alegría de la salvación.
Jesús no anuncia su venida en las vallas publicitarias, ni en youtube.
Vosotros y yo tenemos que hacer de detectives y descubrir sus huellas en nuestro corazón.
Hermoso trabajo para el tiempo de Adviento, es decir, para toda nuestra vida.
MI REINO ES UN REINADO DE AMOR
Domingo 20 de noviembre
Jesús Rey del universo
Lucas 23,35-43
Yo no domino con las armas. Yo domino con el corazón.
Yo no oprimo a los de abajo. Yo levanto a los que están caídos.
Yo no me aprovecho de los demás. Yo doy mi vida por todos.
Yo no abandono a los que me abandonan. Voy a buscarlos y los cargo sobre mis hombros.
Yo no condeno a nadie. Yo quiero salvar a todos.
Yo no enseño el arte de la guerra. Yo enseño los caminos de la paz.
Yo no mato a nadie. Yo doy la vida verdadera.
Yo no oprimo a los de abajo. Yo levanto a los que están caídos.
Yo no me aprovecho de los demás. Yo doy mi vida por todos.
Yo no abandono a los que me abandonan. Voy a buscarlos y los cargo sobre mis hombros.
Yo no condeno a nadie. Yo quiero salvar a todos.
Yo no enseño el arte de la guerra. Yo enseño los caminos de la paz.
Yo no mato a nadie. Yo doy la vida verdadera.
Y mi única Constitución no tiene más que dos leyes: “Amar a Dios
y amar al prójimo”. Este es mi único mandato.
Después de mi experiencia de que “siendo rico me hice pobre” por todos, ahora comprendo mejor al hombre y lo que cada uno de ustedes sufre. Y lo único que pretendo es que todos ustedes se sientan mis hermanos y hermanos unos de otros.
Ahora os entiendo mejor cuando alguien os oprime.
Ahora os entiendo mejor cuando alguien os maltrata.
Ahora os entiendo mejor cuando alguien no reconoce vuestra dignidad humana.
Ahora os entiendo mejor cuando una mala justicia os condena aunque seáis inocentes.
Ahora os entiendo mejor cuando alguien no cree en vosotros.
Después de mi experiencia de que “siendo rico me hice pobre” por todos, ahora comprendo mejor al hombre y lo que cada uno de ustedes sufre. Y lo único que pretendo es que todos ustedes se sientan mis hermanos y hermanos unos de otros.
Ahora os entiendo mejor cuando alguien os oprime.
Ahora os entiendo mejor cuando alguien os maltrata.
Ahora os entiendo mejor cuando alguien no reconoce vuestra dignidad humana.
Ahora os entiendo mejor cuando una mala justicia os condena aunque seáis inocentes.
Ahora os entiendo mejor cuando alguien no cree en vosotros.
Haber pasado por vuestra propia experiencia de pobreza, de
marginación, de injusticia y de falta de consideración, me hace comprenderos
mejor y hasta me siento feliz de identificarme con cada uno de vosotros.
BIENAVENTURADOS LOS PERSEGUIDOS POR DEFENDER MI MENSAJE

Queremos, en todo momento, saber cómo y por dónde llegaremos a Jesús.
Por eso nos encanta una religión formalista que diga
puntualmente cuánto tenemos que dar y cuánto tenemos que rezar, por ejemplo,
para conseguir lo que los cristianos llamamos la vida eterna, es decir, ese
final feliz que durará para siempre.
No nos gusta, sin embargo, la inseguridad y el riesgo.
Nos parece insensato que la relación con Dios sea una aventura
personal, renovada diariamente, en la que se compromete, no unas oraciones, e
incluso unos dineros, sino una actitud vital asumida con responsabilidad y que
nos ocupa por entero.
Tanto
la fe como la ciencia coinciden en afirmar que el mundo tendrá fin, pero la
realidad es que el fin del mundo para cada uno de nosotros es el día en que
muramos.
Y esta verdad nos la recuerda el sacerdote el miércoles de
ceniza cuando, poniéndonos un poco de ceniza sobre la frente, nos dice:
Acuérdate de que eres polvo y en polvo te has de convertir.
El
caminante de la vida necesita ir descubriendo, junto a las pequeñas ilusiones
ficticias que pueden entretenernos un rato, los agarraderos fuertes y
definitivos en los que apoyar nuestras vidas y nuestra esperanza…
Y es entonces cuando descubrimos a Jesús. No a su dios, sino al Jesús que se desvela, descubre y manifiesta en el recorrido de nuestra vida, en
las esperanzas, en los anhelos, en las necesidades grandes o pequeñas…
Ganaremos mucho, cuando orientemos nuestra
confianza hacia quien únicamente la merece: Jesús. Como dice el evangelio de
hoy, no nos dejemos engañar, será la constancia la que salve nuestras vidas.
MISSIÓ COMPLIDA, 27000 ENTRADES
És una gran alegria fer-vos participes de l'èxit aconseguit pel nostre blog, avui hem arribat a les 27000 entrades.
Des que l'any 2011 decidim crear aquest blog vam tenir una idea molt clara, transmetre un Jesús jove i viu als adolescents i gent jove i totes aquelles persones que se sentiren joves, si ho hem aconseguit estem molt felices, si no ho hem aconseguit teniu per segur que continuarem intentant-ho.
A tota/us moltes gràcies.
PRIMERA "FOTOGRAFIA" QUE ES PUBLICA EN EL NOSTRE BLOG
Des que l'any 2011 decidim crear aquest blog vam tenir una idea molt clara, transmetre un Jesús jove i viu als adolescents i gent jove i totes aquelles persones que se sentiren joves, si ho hem aconseguit estem molt felices, si no ho hem aconseguit teniu per segur que continuarem intentant-ho.
A tota/us moltes gràcies.
PRIMERA "FOTOGRAFIA" QUE ES PUBLICA EN EL NOSTRE BLOG
JESÚS ESTÁ ENTRE LOS VIVOS, NO LO BUSQUEMOS ENTRE LOS MUERTOS
Domingo 6 de noviembre
32 del tiempo ordinario
Lucas 20,27-38
Cuentan de un monje
ilusionado por visitar el Santo Sepulcro. Cuando consiguió el dinero se puso en
camino. En esto oyó que alguien le seguía – ¿A dónde vas, padre mío?
– Al Santo Sepulcro de Jerusalén. Ha sido la ilusión de mi vida.
– ¿Cuánto dinero tienes para eso?
– Mis doscientos euros.
Dame los mil doscientos euros: tengo mi mujer enferma, mis hijos con hambre. Dámelos y da tres vueltas alrededor de mí, arrodíllate, póstrate ante mí y luego vuelve al monasterio.
El monje sacó sus euros y se los dio. Dio las tres vueltas, se arrodilló y volvió al monasterio.
Más tarde comprendió plenamente que el mendigo era el mismo Cristo.
– Al Santo Sepulcro de Jerusalén. Ha sido la ilusión de mi vida.
– ¿Cuánto dinero tienes para eso?
– Mis doscientos euros.
Dame los mil doscientos euros: tengo mi mujer enferma, mis hijos con hambre. Dámelos y da tres vueltas alrededor de mí, arrodíllate, póstrate ante mí y luego vuelve al monasterio.
El monje sacó sus euros y se los dio. Dio las tres vueltas, se arrodilló y volvió al monasterio.
Más tarde comprendió plenamente que el mendigo era el mismo Cristo.
A Jesús:
Lo tenemos en el hermano
que está a nuestro lado.
Lo tenemos en el mendigo que nos alarga su mano porque tiene hambre.
Lo tenemos en el enfermo que sufre y con frecuencia está demasiado solo.
Lo tenemos en el que tiene sed y al que nos cuesta darle un vaso de agua.
Lo tenemos en el anciano que se muere de soledad más que de años.
Lo tenemos en el encarcelado que se pudre años entre unas rejas.
Lo tenemos en el mendigo que nos alarga su mano porque tiene hambre.
Lo tenemos en el enfermo que sufre y con frecuencia está demasiado solo.
Lo tenemos en el que tiene sed y al que nos cuesta darle un vaso de agua.
Lo tenemos en el anciano que se muere de soledad más que de años.
Lo tenemos en el encarcelado que se pudre años entre unas rejas.
El Jesús de nuestra fe
no es un Jesús de muertos.
Es el Jesús que vive en los que están vivos.
Es el Jesús que nos invita a encontrarlo entre los vivos.
Es el Jesús que está en nosotros para darnos viva.
Es el Jesús que vive en los que están vivos.
Es el Jesús que nos invita a encontrarlo entre los vivos.
Es el Jesús que está en nosotros para darnos viva.
Cuando no somos capaces de vivir de verdad la vida entonces
preguntamos por la vida eterna.
Cuando no somos capaces de vivir a Jesús en nuestra vida, preguntamos por el Jesús de la vida eterna.
Cuando no somos capaces de ver a Jesús en esta vida, nos preocupamos si lo veremos en la otra.
Cuando no somos capaces de ver a Jesús en el hermano, preguntamos si Jesús existe.
Cuando no somos capaces de ver a Jesús en el que sufre, preguntamos por la felicidad eterna.
Cuando no somos capaces de vivir a Jesús en nuestra vida, preguntamos por el Jesús de la vida eterna.
Cuando no somos capaces de ver a Jesús en esta vida, nos preocupamos si lo veremos en la otra.
Cuando no somos capaces de ver a Jesús en el hermano, preguntamos si Jesús existe.
Cuando no somos capaces de ver a Jesús en el que sufre, preguntamos por la felicidad eterna.
Para encontrarnos con Jesús no hace falta ir al Santo
Sepulcro.
Basta encontrarlo en el propio hogar: en la esposa, en el esposo y en los hijos.
Basta encontrarlo cuando salimos a la calle y nos topamos con el hermano necesitado.
Basta encontrarlo en el propio hogar: en la esposa, en el esposo y en los hijos.
Basta encontrarlo cuando salimos a la calle y nos topamos con el hermano necesitado.
PONGÁMONOS AL SERVICIO DE LOS DEMÁS, Y EMPEZAREMOS A SER SANTOS
Dos hermanos que eran
conocidos en la ciudad donde vivían por estar envueltos en toda clase de
engaños y de vicios y que habían acumulado una gran fortuna gracias a sus
malvadas artimañas.
Cuando
murió el hermano mayor nadie se entristeció. Su hermano quiso despedirlo con un
gran funeral. Pero como nunca habían asistido a ninguna iglesia le resultaba
difícil encontrar una que quisiera celebrar el funeral.
El
hermano se enteró de que una iglesia estaba recaudando dinero para hacer
grandes reformas, así que se puso en contacto con el reverendo.
“Reverendo”,
le dijo, “como sabe ni mi hermano ni yo nunca hemos asistido ni a su iglesia ni
a ninguna iglesia. Y supongo que habrá oído toda clase de chismes sobre
nosotros, pero deseo celebrar el funeral de mi hermano. Y si usted dice que mi
hermano era un santo, le firmaré un cheque por cien mil euros.
Eso
le ayudará a los arreglos de su iglesia”. Después de pensarlo un rato, el cura
le dijo que celebraría el funeral pero tenía que pagar por adelantado. Y así lo
hizo.
El
día del funeral la iglesia estaba a rebosar. La gente acudió por curiosidad
para ver lo que el cura decía de aquel ladrón y blasfemo.
El
funeral comenzó con cantos y lecturas bíblicas. En la homilía el cura pronunció
una larga letanía de todas las fechorías de aquel individuo: egoísmo, avaricia,
corrupción, mujeriego, bebedor…
El
hermano menor, sentado en el primer banco, empezó a sudar y a ponerse nervioso
pues el cura no estaba cumpliendo lo pactado. Después de diez minutos de
denigrar a su hermano el cura concluyó su homilía diciendo: “Sí, amigos, este
hombre era un desastre y un perfecto estafador, pero comparado con su hermano,
era un santo”.
La santidad lejos de estar reservada a una élite triste y
ascética se ha hecho más cercana y, aparentemente, más al alcance de todos los
pobres cristianos
AHIR VAM DONAR LA BENVINGUDA Als NOUS I VAN COMENÇAR LA SEUA MARXA ELS DE SEGON CURS




s els altres com dominant la situació, és el normal, els nous no saben amb el que es van a trobar, alguns pensen que vénen a classe, que açò és com el col·legi on ha d'estudiar per a aprovar uns exàmens altres el contrari que com amb açò no vaig a trobar millor treball quan siga major per tant que passe el més ràpid possible i que si pot ser, jo no m'assabente, els uns i els altres comproven que el missatge que se'ls dóna el primer dia és de compromís d'opció de vida i que per tant un ha de venir per decisió personal i no perquè ho “obliguen a casa” o perquè “com el meu amic ve jo també”.
Els de segon ja saben “el que ací es cou” i saben que la frase que més se'ls repetirà durant els dos curs, és que “Jesús és una persona d'AMOR”.
A tots sigueu ben vinguts i que us ho passeu molt bé i treballeu per a ser conscients del que estareu fent el dia de la vostra confirmació.
Els tres grups que apareixen en les fotos son els nous d'enguany, com podreu observar Ismael, el nostre rector esta amb un d'ells, açò és perquè la nova incorporació Vicente Perez treballava i no pugue vindre.
DEJAMOS QUE JESÚS SE ALOJE EN NUESTRA CASA
Domingo 30 de octubre
31 del tiempo ordinario
Lucas 19,1-19
Fue todo un peligro para la religión de la Ley.
Fue todo un peligro para todos los que vivían el Dios de la Ley.
Fue todo un peligro para todos aquellos que creían que primero hay que ser bueno para que Jesús los ame… Olvidando que Jesús nos ama incondicionalmente…
Por eso, Jesús fue el gran escándalo para los buenos fariseos: “Este come y se hospeda en casa de los pecadores”.
Los malos y los pecadores siempre han sido un escándalo para los buenos.
Menos para Jesús, que personalmente se invita a hospedarse en su casa y a comer con ellos.
Todos vivimos demasiado esa pobre idea de que ser bueno era distanciarnos de los malos y no contaminarnos con ellos. Algo así como si fueran los otros los que nos manchan y ensucian.
Cuando se trata de dar la mano al débil, al marginado, al
pecador, Jesús no cuida de ensuciar su imagen.
Porque Jesús no vive de la imagen que puedan tener de él, sino de la verdad del hombre y la salvación del hombre.
A Jesús no le importan las murmuraciones de los que se creen buenos. Le importa más la dignidad del hombre.
Porque Jesús no vive de la imagen que puedan tener de él, sino de la verdad del hombre y la salvación del hombre.
A Jesús no le importan las murmuraciones de los que se creen buenos. Le importa más la dignidad del hombre.
Quien se aleja de los malos, para conservar su buena
imagen, se está alejando de Jesús. La distancia entre nosotros y Jesús es la
misma distancia que establecemos entre nosotros y los malos…
PER A TOT EL MON INTERESAT

DIVENDRES QUE VE DIA 28 INICIEM LA FESTA DE LA
CONFIRMACIÓ
Per a tota la família de confirmació (1er i 2º curs, catequistes i “fins al retor”) i en el “HOGAR PARROQUIAL” a les 20:00 hores ens trobarem per a conèixer als nous i que ells ens coneguen i per a que els de segon curs comencen a greixar “màquines” perquè el camí esta costa amunt i cal aplanar-ho per a arribar el final d'aquest curs i poder confirmar-se.
Si sabeu d'algú que va nàixer en el 2003 i no s'ha assabentat i vol iniciar la preparació per a la confirmació aviseu-li i que vinga aquest dia a apuntar-se.
ENS VEIEM EL DIVENDRES
Per a tota la família de confirmació (1er i 2º curs, catequistes i “fins al retor”) i en el “HOGAR PARROQUIAL” a les 20:00 hores ens trobarem per a conèixer als nous i que ells ens coneguen i per a que els de segon curs comencen a greixar “màquines” perquè el camí esta costa amunt i cal aplanar-ho per a arribar el final d'aquest curs i poder confirmar-se.
Si sabeu d'algú que va nàixer en el 2003 i no s'ha assabentat i vol iniciar la preparació per a la confirmació aviseu-li i que vinga aquest dia a apuntar-se.
ENS VEIEM EL DIVENDRES
¿FARISEO O PUBLICANO? TU ELIJES
Domingo 23 de octubre
30 del tiempo ordinario
Lucas 18,9-14
Porque desde esa posesión exclusiva de la verdad el fariseo
juzga a todos, condena a todos, clasifica a todos. El siempre está entre los
que poseen la verdad y tienen las manos limpias. El fariseo no tiene que
cambiar, no se arrepiente de nada, no se corrige. No se siente cómplice de
ninguna injusticia. Por eso, exige siempre a los demás cambiar, renovarse y ser
más justos, pero siempre los otros, él nunca.
Quizá sea éste uno de los males más graves de nuestra sociedad.
Queremos cambiar las cosas. Lograr una sociedad más pacífica, más humana y más
habitable. Queremos transformar la historia de los hombres y hacerla mejor.
Pero, ilusos de nosotros, que pensamos cambiar la sociedad sin cambiar ninguno
de nosotros, sin revisarnos ni corregir nada de cada uno de nosotros mismos.
Queremos lograr el nacimiento de un hombre más libre y
responsable, y pensamos que la esclavitud y las cadenas nos las imponen los
otros siempre desde fuera. Y, en nuestra ingenuidad farisea, pensamos poder lograr una
convivencia social más libre y responsable, sin liberarnos cada uno del egoísmo,
de los prejuicios y de los mezquinos intereses que nos esclavizan desde dentro.
Queremos una sociedad más justa y estamos dispuestos a luchar
por ella, olvidando quizás que el primer combate lo tenemos que entablar con
nosotros mismos, pues cada uno de nosotros somos un “pequeño opresor” que, en
la medida de nuestras pequeñas posibilidades, crea injusticia, favoritismo,
impaciencia, desconfianza, pesimismo.
Queremos luchar por la justicia y promover el derecho y la
dignidad para todos y asistimos indiferentes a las injusticias de paro, de
hambre, de pobreza, sin rebelarnos contra la marginación establecida en nuestra
sociedad para con los más necesitados, tanto más grave cuanto que se ejerce de
manera permanente, profunda, silenciosa y hasta legal en muchos casos.
Queremos paz y reconciliación y va creciendo en nosotros la
actitud de resaltar los errores y defectos de los demás, olvidando u ocultando
los propios y eso no es solo cosa que hacen los políticos. Es el gran riesgo de
todos los grupos, colectivos e instituciones -también dentro de la Iglesia- que
desean hacer presente su mensaje a la sociedad.
Solo la confianza en Jesús y en los demás nos
puede abrir creativamente hacia el futuro.
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