QUE POT FER ELL PER TU?

JESÚS ENS VOL INCONDICIONALS

YA TIENES CLARO COMO SEGUIR A JESÚS


Domingo 19 de abril
2º domingo de pascua
Juan 20,19-31

Jesús tiene las ideas muy claras de cómo hay que seguirle si queremos seguirle y en está lectura nos lo dice muy claro.
A partir de la experiencia de los apóstoles deberíamos preguntarnos si nuestra fe como personas y como comunidad eclesial se basa en la experiencia de la resurrección de Jesús.
¿Miramos hacia el pasado o hacia el futuro con la confianza puesta en un Dios que no falla? ¿Procuramos “conservar” lo que creemos tener o caminamos con la esperanza de quien cree que hasta la muerte ha sido vencida?
No podremos tocar las llagas de Jesús.
Pero en nuestro mundo sigue habiendo muchos crucificados por el hambre, la injusticia, la guerra, la pobreza, la marginación, la emigración… y con demasiada frecuencia evitamos tocar sus llagas.
Solo quien mete sus dedos en las llagas de los crucificados de hoy podrá ver al Resucitado. Lo mismo que pasó hace dos mil años. Jesús no va a aparecer caminando por nuestras calles. Verlo y creer en Él supone tomarse en serio lo que dijo un día: “Quien quiera ser mi discípulo, que cargue con su cruz y me siga”.

JESÚS RESSUCITA, PREPAREM EL CAMÍ

TROBARAS A JESÚS QUAN BUSQUES ENTRE ELS VIUS

BUSQUEMOS LA IMAGEN DE JESÚS ENTRE LOS POBRES

Domingo 12 de abril
Domingo de Resurrección

De qué quiere Usted la imagen?
Preguntó el imaginero, tenemos santos de pino, hay imágenes de yeso, mire este Cristo yacente,  madera de puro cedro, depende de quien la encarga, una familia o un templo, o si el único objetivo es ponerla en un museo.
Déjeme pues que le explique, lo que de verdad deseo.
Yo necesito una imagen de Jesús El Galileo, que refleje su fracaso intentando un mundo nuevo, que conmueva las conciencias y cambie los pensamientos, yo no la quiero encerrada en iglesias y conventos.
Ni en casa de una familia para presidir sus rezos, no es para llevarla en andas cargada por costaleros, yo quiero una imagen viva de un Jesús Hombre sufriendo, que ilumine a quien la mire el corazón y el cerebro.
Que den ganas de bajarlo de su cruz y del tormento, y quien contemple esa imagen no quede mirando un muerto, ni que con ojos de artista sólo contemple un objeto, ante el que exclame admirado ¡que torturado más bello!.
Perdóneme si le digo, responde el imaginero que aquí no hallara seguro la imagen del Nazareno.
Vaya a buscarla en las calles entre las gentes sin techo en hospicios y hospitales donde haya gente muriendo en los centros de acogida en que abandonan a viejos, en el pueblo marginado entre los niños hambrientos, en mujeres maltratadas en personas sin empleo.
Pero la imagen de Cristo no la busque en los museos, no la busque en las estatuas, en los altares y templos.
Ni siga en las procesiones los pasos del Nazareno, no la busque de madera, de bronce de piedra o yeso, ¡mejor busque entre los pobres!
su imagen de carne y hueso!       
( el original es de Gabriela Mistral)

JESÚS ENS CONVIDA A PARAR-NOS

Us convidem a buscar formes completament noves de recordar la passió i mort de Jesús.
Com ho va ser per a Jesús, ha de ser una manifestació de proximitat humana al dolor del món, a la marginació social, a l'exclusió dels més extraviats, mitjançant actes que remeien alguna cosa el mal que van les coses.
Serà això possible? Tindríem, almenys, que pensar-ho.
FELIÇ DIVENDRES SANT

JESÚS ENS AJUDA A SUPERAR EL CALVARI QUE ESTEM VIVINT

TAMBÉ A CASA PODEM VIURE EL DIUMENGE DE RAMS

DEJEMOS QUE JESÚS ENTRE EN NUESTROS CORAZONES

JESÚS, UNA VENTANA A LA ESPERANZA


Domingo 5 de abril
Domingo de Ramos
Mateo 27,11-54

Confinados en casa, terminando la quinta semana de Cuaresma, se alza el telón de la Semana Santa, cuyo pórtico es el Domingo de Ramos, con la bendición y la procesión de las palmas, recordando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Es el único domingo del año en que se celebra el misterio de la muerte del Señor con la proclamación del relato de la pasión. Una Semana Santa muy diferente, recogidos no solo en nuestros domicilios, también en el interior de nuestros corazones, buscando a Dios entre la niebla. Siguiendo la pasión de tantos cristos rotos y crucificados en los hospitales, que se nos estremece el alma.
Para ello, es necesario aprender a mirar, que significa mirar de nuevo, como si las cosas aparecieran por primera vez, centrarse en lo esencial, lo sencillo y lo más humano. Requiere abrir la ventana del alma para que nada resulta ajeno, es un situarse en la cercanía de la humanidad herida desde la sim-patía (sentimiento). La mirada atenta y misericordiosa se inclina para acercarse al herido, una mirada que se compromete con su situación y toca sus heridas.

CUARESMA EN LIBERTAD

LIBERTAD ES ENCONTRAR LA LUZ DE LA LIBERTAD

LIBERTAD NO ES LIBERTINAJE. LIBERTAD ES MIRAR A LOS OJOS AL PRÓJIMO A LOS OJOS


Domingo 29 de marzo.
5º de Cuaresma.
Juan 11,3-7.17.20-27.33b-45

Tenemos miedo. Mucho miedo. Miedo a todo. Miedo a perder cosas, cosas que nos hacen egoístas. Y preferimos no pensar en la injusticia que sufre el prójimo.
Preferimos no saber la mentira con que engañan al vecino, no denunciar la opresión que padece el compañero, cerrar los ojos al hambre del hermano.
Y es que cuando la muerte se ve solo como “el fin”, la muerte nos aterra. De ahí que -y no es pura coincidencia- el tirano como el delincuente exploten al máximo el miedo de los hombres para asegurar el éxito de sus propósitos y garantizar el silencio y la complicidad de los hombres. Y lo malo del caso es que todo aquel que, por miedo a la muerte, practica o encubre la injusticia, desfigura o escamotea la verdad, es ya solo el despojo de una ejecución anticipada.
Por eso el cristianismo, al anunciar su mensaje de vida y resurrección, está ofreciendo a la humanidad la única oportunidad de liberación: la liberación de todos los miedos, la liberación del gran miedo de la muerte. Morir no es fin, más que para los opresores y para toda opresión”.
¡De cuántos miedos necesitamos liberarnos!
Creo que el mensaje del evangelio de este domingo –la resurrección de Lázaro- es una invitación a superar todo tipo de miedo, incluido el miedo a la muerte. Solo entonces alcanzaremos la libertad necesaria para ser nosotros mismos en la vida de cada día.
Jesús lo consiguió. No le fue fácil. Llegó a sudar sangre. Pero nos mostró que es posible un futuro de esperanza y de vida plena. Un futuro que hemos de comenzar ya aquí en esta vida.
Perdamos los miedos  enfrentados a ellos y busquemos  nuestras posibilidades de libertad.

NO PERDEM LA LLIBERTADA DE SER LLIURE

JESÚS CONTAGIA LA SEUA LLUM ALS DEMES

JESÚS ES LUZ Y COMO TAL ES LIBRE Y ACTUA CON LIBERTAD


Domingo 22 de marzo
4º de Cuaresma
Juan 9,16-9.13-17.34-38

Jesús fue, sin duda ninguna, un hombre absolutamente libre, un hombre que rompió todos los esquemas de su tiempo y todos los esquemas de los tiempos que le sucedieron. Concretamente en el terreno religioso fue un judío que “sin abolir la Ley, sino dándole su cumplimiento”, dio en su entorno y para la posteridad una lección clarísima de cómo deben entenderse las relaciones con Dios.
Por eso a Jesucristo no le importa comer con los oficialmente “pecadores” -porque eran ellos y no los “buenos” oficiales los que lo buscaban y lo necesitaban imperiosamente- y no le importaba que una mujer como Magdalena -que había amado tanto- regara con sus lágrimas de mujer, consciente de sus pequeñeces, los pies que no habían sido lavados por el anfitrión, y no le importó que aun cuando la ley mosaica mandaba lapidar a las adúlteras “in fraganti”, aquella adúltera que estaba delante de Él saliera como nueva sin recibir ni siquiera un reproche de sus labios.
Por eso no le importó calificar a los fariseos con los más rotundos epítetos que encontramos en su léxico y llamar “zorro” a Herodes. No le importó hacer todo eso porque Jesús era, fue, un hombre absolutamente libre que no conocía más que una norma: hacer la voluntad de su Padre, un Padre que es fundamentalmente espíritu.
Los cristianos damos deberíamos preguntarnos si damos a los que no lo son la sensación de que somos mujeres y hombres maduros o más bien parecemos niñas y niños pequeños necesitados siempre de atención y consejo. Si damos la sensación de mujeres y hombres capaces de autonomía o de ciegos o tullidos que necesitan siempre la mano de otro para que nos diga por dónde tenemos que andar.
Sería cuestión de pensarlo seriamente y dar respuesta sincera a la luz de la actuación de Jesús.

JESÚS ES AIGUA , PERÒ AIGUA VIVA

JESÚS DONA'M AIGUA VIVA

CONVERSAR CON JESÚS ES LLENARSE DE SU AGUA VIVA


Domingo 15 de marzo
3º de Cuaresma
Juan 4,5-15.19b-26.39a.40-42

Conversar con Jesús no es irse por las ramas ni hacerse el despistado. No es discutir sobre esta religión o la otra. No es repetir lo que hemos aprendido en la Biblia.
Conversar con el Jesús no es ponerse a la defensiva y decirle nuestras excusas: tú ya sabes, Señor, el trabajo, los hijos, la rutina, la renta, el sueldo que no llega… ¿cómo puedo tomarte en serio con tantos asuntos en mi mente?
Conversar con Jesús es identificarse con la samaritana. Es mirar la profundidad de tu pozo. Es dejar que Jesús te lo llene de agua que quita la sed, de agua viva.
Conversar con Jesús es dejarle hablar a él, escucharle y permitirle ver tu vida tal cual es.
Es abrirte a él para que te redima.
Conversar con Jesús es reconocer que Él no está ni en la montaña ni en Jerusalén. Él está en mi sed.
Jesús no está en el templo sino en el grito de mi espíritu que grita: dame tu agua viva.
Cuando hemos probado el agua viva de Jesús, no necesitamos de otras fuentes.
Cuentan la historia de un buque que navegaba por el sur del océano Atlántico y hacía señas a otro buque que navegaba por allí: Ayudadnos. No agua, Nos morimos de sed. Los del otro buque les gritaron: Echen sus cubos donde están. Los del barco siguieron gritando: Ayuda. No agua. Nos morimos de sed.
La respuesta era siempre la misma. Desesperados decidieron seguir el consejo y llenaron sus cubos con agua clara, fresca y dulce de la desembocadura del Amazonas.
Estaban rodeados de agua dulce por los cuatro costados, sólo tenían que cogerla, pero ellos ignorantes pensaban que se encontraban rodeados de aguas saladas.

QUARESMA TEMPS DE CERCA

ES TEMPS DE PARARSE

ESCUCHANDO A LOS DEMAS DESCUBRIMOS A JESÚS


Domingo 8 de marzo
2º de Cuaresma
Mateo 17,1-9

Vemos a los demás, no por lo que llevan dentro, sino por lo que vemos desde afuera.
Vemos a los demás, tapados y escondidos detrás del muro de sus cuerpos.
Vemos los árboles, desde su áspera corteza, y no vemos la savia que corre por dentro.
Vemos las rejas de la cárcel, y no vemos a los hombres que sufren privación de libertad allá dentro.
Vemos las rejas de los conventos de clausura, y no vemos esas almas contemplativas que han consagrado su vida a Dios y dedican sus vidas a orar por la Iglesia y el mundo.
Vemos la enfermedad y vemos muy poco al enfermo.
Vemos el pan de la mesa, y no vemos el sudor de quien lo ha ganado con su amor y el esfuerzo de su trabajo.
Vemos el cuerpo gastado y arrugado del anciano ya cansado, y no vemos al hombre que vive y siente y ama y tiene necesidad de cariño, allí dentro.
Vemos a la Iglesia desde sus debilidades humanas, y no vemos al Jesús que vive resucitado en ella.
Vemos el pan de la Eucaristía, y vemos muy poco al Jesús que se encierra dentro de ese pan.
Nos miramos y nos vemos cada mañana en el espejo. Pero el espejo no nos muestra nuestra verdad interior. No nos muestra nuestro corazón ni nuestra alma. Es preciso aprender a mirar y ver no lo que llevamos de cáscara sino lo que vive dentro, late dentro, ama dentro. Es preciso aprender a mirar al mundo y descubrir a Dios. Es preciso mirar al hombre y descubrir en él, a un hermano. Las personas ya no tenemos tiempo para escuchar. Nos resulta difícil acercarnos en silencio, con calma y sin prejuicios al corazón del otro para escuchar el mensaje que toda persona nos puede comunicar.
Tampoco resulta tan extraño que a los cristianos se nos haya olvidado que ser creyente es vivir escuchando a Jesús. Y sin embargo, solamente desde esa escucha cobra su verdadero sentido y originalidad la vida cristiana. Más aún. Solo desde la escucha nace la verdadera fe.

DEMANAR ÉS FÀCIL DONAR ÉS UNA ALTRA COSA

JESÚS ES AMOR, I AIXO ENS CONVIDA, A ESTIMAR

JESÚS NOS INVITA A AMAR A FONDO PERDIDO


Domingo 23 de febrero
7º del tiempo ordinario
Mateo 5,38-48

Jesús nos llama a «hacer violencia a la violencia». El verdadero enemigo del hombre hacia el que tenemos que dirigir nuestra agresividad no es el otro, sino nuestro propio «yo» egoísta, capaz de destruir a quien se nos oponga.
Me imagino que más que odios dramáticos, lo que puede darse con más facilidad en nuestra vida es una agresividad inconsciente hacia personas con las que no congeniamos o de las que creemos que son injustas, interesadas y egoístas con nosotros, y a las que no terminamos de acoger y con las que no vivimos íntimamente reconciliados a pesar de nuestrasrelaciones más o menos corteses.
Es imprescindible amar, acoger y ayudar a los enemigos repulsivos porque es consigna de Jesús, porque hay que irradiar el amor de Dios a todos los hombres, porque Jesús amó y perdonó a todos, y ahora también nos perdona y ayuda a todos incondicionalmente.
Pero Jesús no lo hizo porque sí, sino por una razón profunda: El amor a los que parecería que presentan todas las razones para ser odiados es el amor más puro, el test de autenticidad de todo “otro” amor. Yo me siento profundamente amado por el amigo que es capaz de amar a sus enemigos, a los seres más degradados.
El amor es esencialmente gratuito, y el amor a los enemigos repelentes está ungido con una total y absoluta gratuidad. En este caso, se ama no a aquél al que debes algo, sino solo y exclusivamente porque sí, por la sencilla razón de que es una persona, un hijo de Dios. Se ama a fondo perdido, como ama Jesús. Se ama “divinamente”.

RENUNCIEM A TOTA FORMA D'EGOISME

VIVIR LA VIDA TIENE SU PRECIO


Domingo 16 de febrero
6º del tiempo ordinario
Mateo 5,17-37

Jesús nos señala la necesidad de cumplir todo el espíritu del quinto mandamiento que implica un amor total al hombre y a la mujer, sea hermano, hermana o extraño, amigo, amiga o adversario. Tan cierto es que si la oración comunitaria o la eucaristía constituyen un elemento fundamental de nuestra vida de fe, mucho más importante es saber reconciliarse con aquel hermano, hermana que está en litigio con nosotros. Podemos vivir sin matar a un prójimo, o sea quitarle materialmente la vida… pero no olvidemos que existen otras formas de matar al prójimo: mata la diferencia, matan las habladurías y calumnias, mata la mentira, matan las envidias, matan las disputas interminables; en fin quien mata verdaderamente y totalmente al hombre y a la mujer es el egoísmo
Una vez más y antes de perder la perspectiva del texto evangélico de hoy, recojamos su mensaje esencial: Si viviéramos la ley de Dios en su letra y en su espíritu sin regateos ni cercenamientos, el camino hacia la felicidad estaría totalmente despejado. Pero esto supone la renuncia a todas las formas de egoísmo y eso hace que tal camino -como lo recordó Jesús en otra oportunidad- sea duro y estrecho… duro y estrecho como el camino que nos conduce a la vida desde el seno materno; porque la vida tiene su precio. El evangelio de este domingo defiende ese alto precio contra toda tendencia inflacionista.

HI HA MOLTA LLUM DE JESÚS PER EL MUNDO

HEM DE SER LLUM I SAL, NO HI HA EXCUSES

TAN SENCILLO Y TAN DIFIÍCIL COMO SER SAL Y LUZ


Domingo 9 de febrero
5º del tiempo ordinario
Mateo 5,13-16

Después de proclamar las bienaventuranzas, Jesús les dice a sus seguidores que deben ser “sal y luz”…
Basta poca sal para que la comida tenga sabor; el exceso de sal es perjudicial, lo importante no es comer sal, sino comida con sabor… ¿Qué nos dice esto? Pues que no nos abarrotemos de religión (en el sentido común de la palabra) sino de vida impregnada de sabor evangélico.
Y la sal se diluye humildemente en el alimento. No busquemos nuestro éxito ni el triunfo de la Iglesia. Busquemos el crecimiento de la persona y de la sociedad.
Hacemos muchas teorías de cuál es la luz de Jesús y cunado la veremos y la respuesta que Él nos da es la misma que le da al profeta: Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia; cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente; cuando hospedes al pobre sin techo y vistas al que ves desnudo…
A esto se refiere Jesús cuando concluye: “Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo”.
La liberación es el signo de la presencia de Dios que reina entre los hombres; es manifestación de que su Reino no solo está cerca, sino que está “dentro de vosotros”.
“Vosotros sois la luz del mundo…” Vosotros sois el signo de que Dios se ha comprometido con la historia de los hombres. Vosotros sois el germen de una sociedad sin fronteras.
¡Quizás no sea tan complicado vivir las bienaventuranzas!

EL DÍA 2 DE FEBRER EN VALÈNCIA

ESTÀS CONVIDAT A SEGUIR A JESÚS

UN MUNDO DE HERMANOS ES EL REINO QUE JESÚS QUIERE


Domingo 26 de enero
3º del tiempo ordinario
Mateo 4,12-23

Jesús empieza su predicación haciendo suyas las palabras de Juan: “enmendaos”. Hay que empezar por una liberación personal lo más profunda que sea posible: hay que mirarse por dentro, descubrir hasta qué punto somos responsables o cómplices del sufrimiento de los demás y tomar la determinación de cambiar de actitud y de comportamiento. Y después creer que el proyecto de humanidad que Jesús llama “el reino de Dios” es, en verdad, buena noticia y confiar en que ese proyecto/buena noticia se va a realizar: “cambiad de actitud y tened fe en esta buena noticia”.
Lo que Jesús nos quiere comunicar no es un método para alcanzar la perfección individual. La nueva realidad no es sólo el ser más buenos. La de Jesús es una empresa colectiva, es un proyecto para organizar la convivencia. Por eso empieza buscando un grupo de personas que acepten su proclama, que vivan con él y, después de conocerlo y de experimentar la bondad de aquella noticia, se conviertan en impulsores de esa empresa colectiva, que es el mundo del amor. Ellos tendrán que proponer a otros hombres el proyecto de un mundo de hermanos -éste podría ser otro modo de llamar al reino de Dios-, ellos tendrán que ser pescadores de hombres: portadores de la buena noticia para ofrecerla a todos los que tengan hambre y sed de pan, de paz, de igualdad, de justicia, de amor…, invitándolos a organizar entre todos el mundo de tal modo que todas esas hambres encuentren hartura. Deberán ser buena noticia para que el mundo pueda llegar a ser fuente de buenas noticias.
A nosotros compete hoy esa tarea, pero es posible que un día nos pidan cuentas por habernos presentado como portadores de la buena noticia (evangelio = buena noticia) y nos hayamos dedicado a dar malas noticias, pues la peor noticia para este mundo sería que el reino de Dios es asunto de otro mundo.

FES QUE NO ESTIGUEN SOLS

MANTINGUES LA TEUA LLUM ENCESA, PER XICOTETA QUE SIGA....

DEDIQUÉMONOS A HACER UN MUNDO FESTIVO Y FRATERNO


Domingo 19 de enero
2º del tiempo ordinario
Juan 1,29-34

Ya sé que no está de moda hablar del “pecado”.
Dice el Sr. J. Jáuregui: “Pecar es renunciar a ser humanos, dar la espalda a la verdad, llenar nuestra vida de oscuridad. Pecar es matar la esperanza, apagar nuestra alegría interior, dar muerte a la vida. Pecar es aislarnos de los demás, hundirnos en la soledad. Pecar es contaminar la vida, hacer un mundo injusto e inhumano, destruir la fiesta y la fraternidad.
Por eso, cuando Juan nos presenta a Jesús como «el que quita el pecado del mundo», no está pensando en una acción moralizante, una especie de «saneamiento de costumbres». Está anunciándonos que Jesús está de nuestro lado frente al mal. Que Jesús nos ofrece la posibilidad de liberarnos de nuestra tristeza, infelicidad e injusticia. Que Jesús nos ofrece su amor, su apoyo, su alegría, para liberarnos del mal”
Me tomo la libertad de hacer mía la frase del Sr. Jáuregui: el pecado es: “destruir la fiesta y la fraternidad”.
Estamos construyendo un mundo donde hay más lugar para el sufrimiento que para la fiesta, donde hay más espacio y medios para el enfrentamiento que para la fraternidad.
Ese es el pecado del mundo que Jesús vino a quitar… que nosotros debemos erradicar de nuestra sociedad.
Tu pasado déjalo en manos de la misericordia de Jesús, tu futuro confíalo a la bondad de Jesús, tu presente dedícalo a hacer un mundo más festivo y fraterno en el que todos puedan participar.
¡Sé feliz y procura que todos sean felices!

ENCARA SORT QUE JESÚS ENS RETORNA A LA VIDA

JESÚS ES UNO MÉS DE NOSALTRES

JESÚS SE JUNTA CON LA GENTE QUE NOSOTROS DESPRECIAMOS


Domingo 12 de enero
Bautismo de jesús
Mateo 3,13-17

Con frecuencia, se han preguntado los creyentes por qué se hizo bautizar Jesús. Su gesto resulta sorprendente. Juan el Bautista predica “un bautismo de arrepentimiento para el perdón de nuestras faltas”. ¿Cómo pudo, entonces, Jesús, el hombre justo y sin pecado, realizar un gesto que lo podía confundir con el resto de los pecadores?
Comparte la misma mesa con pecadores públicos, a los que nunca un judío piadoso se hubiera acercado. Ofrece su amistad a los sectores más despreciados por las clases “selectas” de Israel. Llegan a llamarle con desprecio “amigo de pecadores”.
Y están en lo cierto. Jesús se acerca a los pecadores como amigo. No como moralista que busca el grado exacto de culpabilidad. Ni como juez que dicta sentencia condenatoria. Sino como hermano que ayuda a aquellos hombres a escuchar el perdón de Dios, encontrarse de nuevo con lo mejor de sí mismos y rehacer su vida.
El bautismo no es un gesto extraño en Jesús. Es el gesto de un hombre que, al escuchar la llamada del Bautista, desea encontrarse cerca de los pecadores y solidarizarse con aquel movimiento de renovación que Juan pide al pueblo.
La denuncia firme de la falta de solidaridad, amistad, comprensión con los que creemos que no hacen lo correcto no está reñida con la cercanía al hombre y mujer caídos.
Cuántas veces esas personas que tan fácilmente condenamos, están necesitando más que nuestras críticas ligeras, una comprensión y una ayuda que les dé fuerza para renovar su vida.

OBRI LES TEUES PORTES ALS NECESSITATS


JESÚS SEMPRE AQUESTA OBERT A TOTA LA GENT

JESÚS SIEMPRE TIENE LAS PUERTAS ABIERTAS


Lunes 6 de enero
Adoración de los Reyes Magos
Mateo 2,1-12

Los magos vieron rápidamente a Jesús porque la cueva donde nació no tenía puertas.
A Dios le repugnan las puertas. Las quiere siempre abiertas para que todo el que quiera verlo y hablarle y adorarle no necesite ni llamar, ni tocar el timbre, ni pedir visita previa con hora fija.
Dios está abierto siempre y a todos. No hace distinciones. El Niño no se fijó si el uno era negro y el otro blanco y el otro amarillo. Ni se asustó viendo lo grandes que era los camellos. Sencillamente les recibió con una sonrisa.
El Dios de la Epifanía no es el Dios de las puertas cerradas.
Tampoco a Jesús hay que pedirle visita previamente.
Es el Jesús de las puertas abiertas a todos.
Es el Jesús que siempre está disponible a recibirnos.
Es el Jesús que nunca está ocupado para atendernos.
Es el Jesús que siempre está disponible para todos nosotros, llevemos oro, incienso y mirra, o simplemente llevemos la cesta de la compra.
¿Por qué nosotros no empeñaremos tanto en encerrar a Jesús?
Solemos decir: “Que todo el año debiera ser Navidad”. Y estoy de acuerdo. Pero yo añadiría: “Todos los días debiera ser Epifanía”, Jesús con las puertas abiertas dispuesto a recibirnos a todos y a aceptarnos y charlar con todos. Jesús que cada día nos dice: “Pasad, la puerta está siempre abierta”.