JESÚS EN FAMILIA

Domingo 28 de diciembre.
Fiesta de la sagrada familia.
Lucas 2, 22-40

Cuenta la leyenda que un artista quiso pintar la cosa más bella. Abandonó su casa en busca de motivos, escenas, vivencias admirables. Le preguntó a una novia sobre el valor más hermoso y hablaron sobre el amor. Se dirigió a un soldado, que venía de la guerra y conversaron sobre la paz. Se encontró con una religiosa y comentaron sobre su fe. Pero no halló exactamente lo que buscaba. Con una pizca de desilusión regresó a su domicilio, donde fue acogido cariñosamente.
Al joven artista se le abrieron los ojos. En su familia encontró el ideal, la inspiración. El escenario que buscaba. Algo debe tener la familia PARA que Jesús, que vino a salvar a la humanidad, pasó 30 AÑOS de los 33, es decir, el noventa por ciento de su existencia, en familia.
No todo el monte es orégano. La sagrada familia, compuesta por José, por María y por Jesús y cuya fiesta celebramos hoy, no vivió en un ambiente idílico, sin angustias, sin problemas, sin tensiones. Pasó por crisis, conoció la pobreza, la emigración y la persecución.
Hay familias que son escuela. No porque en ellas se estudie geografía o matemáticas, sino porque se aprende a vivir. Todos los componentes de la familia aprenden y todos enseñan. Alguien ha definido al ser humano como un ser extraño: no pide nacer, no quiere morir y no sabe vivir. En efecto, cada uno tiene que aprender a vivir y esto se logra fundamentalmente en el ambiente familiar, aunque en la actualidad hayan aumentado sensiblemente los focos de influencia sobre el individuo. Aprender a vivir implica aprender a ser personas respetuosas, libres, creativas, laboriosas, honestas, fiables…
 Hay familias que son hogares. No es lo mismo ser PENSIÓN (un lugar a donde se va a dormir) que HOGAR. Hogar dice más que casa o vivienda. “Hogar” proviene del lugar donde se encendía el fuego, a cuyo alrededor se reunía la familia para alimentarse, para calentarse, para hablar. En la familia-hogar se cultivan unas relaciones amistosas, difíciles de romperse o enfriarse.
Feliz domingo.

CELEBREM EL NAIXEMENT DE NOSTRE GERMÀ

 Ahir en la missa vespertina celebrem el naixement del nostre germà i amic Jesús. Com va dir el nostre rector i amic Ismael l'important eres el teu i la resposta que la teua dónes al compromís de Jesús.







Jesuset de Nadal,
tendre infantó de Betlem,
a tots els que us adorem
deslliureu-nos de tot mal.
Mostreu-nos el camí ral
que a la llum eterna guia,
i, perquè no errem sa via
dins l'aire mundà, boirós,
acomboieu-nos amb Tu,
entre Josep i Maria.

FELICITATS PERQUÈ JESÚS SEMPRE AQUESTA AMB NOSALTRES


GRAN FIESTA DE LA NAVIDAD

Fiesta de la Navidad
25 de diciembre
Jn 1, 1-5.9-18

En esta Navidad nos intercambiaremos numerosas palabras llenas de buenos deseos y augurios de felicidad.
No podemos cambiar la costumbre. Y como tantas veces, muchas de ellas serán palabras vacías simplemente para cumplir el expediente. A veces será un breve mensaje para no romper del todo el contacto con personas con las que nos comunicamos sólo en estas fechas.
¡Cuánta palabra vacía! ¡Cuánta palabra que no toca nuestros sentimientos ni las fibras de nuestro ser! Son un signo de cómo hemos ido construyendo nuestra sociedad sobre la “vaciedad humana”, llenándola de cosas superficiales.
Y cuando hablo de cosas superficiales no me refiero tanto a cosas materiales, sino a realidades tan profundamente humanas como la palabra.
La palabra que está llamada a ser la forma de expresar mi interioridad, de entrar en contacto con los demás… pero ¡cuánta palabra hueca!
Para muchos de los que siguen manteniendo un sentimiento religioso, la Navidad se identifica con un niño, nacido el Belén, hace muchos años y en un pesebre…
Pero si vamos más allá de lo puramente externo y folklórico, Navidad tiene un sentido mucho más profundo.
En medio de tanta palabra vacía, que es mero sonido, Jesús aparece como Palabra creadora que da vida. Y da vida porque la Palabra se hace una persona en medio de nosotros. Algo que se puede tocar. Algo que entra en contacto con las personas. Algo que es capaz de transformar a las personas y al mundo.

Celebrar la Navidad es aceptar la invitación de Jesús a transformar nuestra vida en “palabra que se hace hombre”. Hombre que se alegra con la alegría del otro. Hombre que sufre con el sufrimiento del otro. En definitiva Hombre o mujer como tantos/as otros que han estado y están dispuestas/os a generar vida en este mundo.

CARTA DE UN NIÑO ABANDONADO

A quien corresponda

Si pudiese comer todos los días,
ya no tendría tanto miedo a morirme mañana.
Si pudiese, saben, beber agua limpia,
calzarme unas sandalias,
ir al colegio, caminar por senderos sin minas,
dibujar arco iris, inventarme futuros,
pensar que hay un mañana sin peligros,
que mi casa tiene techo,
que mi padre tiene padre,
que tengo un hospital cercano,
que mis derechos son respetados,
que ya no me obligan a trabajar a destajo,
que puedo jugar sin hacerlo a escondidas…
Si pudiese conseguir
que no me traten con desprecio,
que no tuviese que buscar refugio
cuando las bombas llueven del cielo.
Si pudiese pensar en todo eso
ya no tendría tanto miedo a morirme mañana.
Pero mi hermanita ha muerto
de fiebres muy altas al despuntar el alba.
Mi tía dice que mi mamá
falleció cuando yo era muy niño.
Pero yo, pese a todo, tengo ganas de vivir
y de salir siempre adelante.

Recibid mi saludo y mi cariño
desde un país que sonríe
aunque la tragedia ronda por cada esquina.

JESÚS SE HA FIJADO EN TI

Domingo 21 de diciembre.
4º de Adviento
Lucas 1 26-38

La ANUNCIACIÓN POR EXCELENCIA, no es a un rey o personaje ilustre, sino a una joven desconocida, perdida en una aldea insignificante… Casada con José de la estirpe de David, y también ella quería edificar una casa. Pero Dios le cambió los planes, y la convirtió en templo suyo a ella.
Momento único y maravilloso. Y la respuesta fue positiva: “He aquí….
La Tercera Anunciación se repite ahora mismo. El ángel de la anunciación no ha terminado sus encargos. Pero esta vez no es alado, ni tiene por qué ser un profeta consagrado. El ángel puede ser cualquiera, incluso puede ser una palabra o un acontecimiento.
Y el mensaje siempre será propuesta de amor. No te pedirá el Padre la ofrenda de una casa, pero sí que quiere hacer de ti una casa, o mejor… quiere hacer de ti su casa. Eso es Navidad y Jesús sigue buscando una casa para nacer.
La anunciación se repite, porque Jesús sigue necesitando de una madre que lo acoja en su corazón, o de un padre que lo defienda, o de un hermano o hermana que comparta sus bienes; o de un amigo que a todos perdona, que a todos quiere, que se especializa en derribar los muros que separan a los hombres.
Jesús quiere anunciarte que se HA FIJADO EN TI, para que seas:

Su profeta, el que defiende a los que sufren, el que denuncia las injusticias, el que descubre las raíces de la incomprensión y manifiesta las situaciones o estructuras de la indiferencia.

CAMPAÑA DEL POT 2014

ENTRA EN EL NOSTRE ALBUM I GAUDEIX DE LES FOTOS DE LA PARTICIPACIÓ DE CONFIRMACIÓ EN LA CAMPAÑA 2014


JESÚS VENDRÁ A ENSEÑARNOS UN MUNDO NUEVO

Domingo 14 de diciembre
3º de Adviento
Juan 1, 6-8.19-28

La autoridad central decidió enviar una comisión para investigar si Juan tenía un expediente académico en regla para poder impartir semejante doctrina. La comisión estaba integrada por sacerdotes (entonces funcionarios del templo encargados del degüello de las víctimas para los sacrificios y sin tarea pastoral alguna) y levitas (especie de policía religiosa).
Pero Juan los sorprendió. No se identificó con ninguno de los personajes que ellos sospechaban: “Yo no soy el Mesías, ni Elías, ni el profeta” -les dijo. Desconcertados le preguntaron: “¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?”. Él contestó: “Yo soy una voz que grita desde el desierto…”  Insistieron: “¿Por qué bautizas entonces…?” Juan respondió: “Yo bautizo sólo con agua: en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia”. Y añade el evangelista Lucas: “Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego”.

 Como en el caso de Juan, nuestro papel no debe ser más que el de testigos: nuestra tarea es dar testimonio de la luz, no apropiarnos de ella. Por eso debemos presentarnos como servidores de la verdad y no como sus dueños; podemos engañar a los hombres si, en lugar de facilitarles que se en­cuentren con Jesús y le den a él su adhesión, intentamos convertirlos en partidarios nuestros.

EN QUE MUNDOS VIVES



Campaña 2014 de Caritas.

MARÍA, AMOR ECHO REALIDAD

Lunes 8 de diciembre
Día de la Inmaculada
Lucas 1,26-38

María es la mujer creyente que nos dice con su vida que el proyecto de Dios es posible hacerlo vida, que no hace falta ser súper-hombres o súper-mujeres para ser cristianos, para ser discípulos, sino simplemente confiar, tener fe, abrirnos a Dios y dejar que Él HAGA lo que tenga que hacer. Sabemos que eso no es fácil, porque tenemos nuestras resistencias. Pero María hoy nos sale al encuentro como modelo de discípula, como testimonio de vida. María es la discípula perfecta. Nosotros, a pesar de nuestras imperfecciones (que las tenemos, como hemos podido ver en la primera lectura del Génesis), también estamos llamados a responder como ella, como discípulos. Y Dios nos fortalece para que podamos hacerlo.

HAZ TU CAMINO


AL MUNDO LE FALTA TU LUZ

EL DESIERTO NOS UNE

Domingo 7 de diciembre
2º domingo de Adviento
Mateo 1, 1-8

No existe sólo el desierto geográfico: está el desierto humano, personal, aquel que todos experimentamos alguna vez en nuestra vida. Y no es menos ambiguo.
Normalmente las personas caminamos mirando hacia el suelo para saber dónde ponemos nuestro pie. En el desierto no existen caminos. Mirar hacia el suelo sería perdernos. Tenemos que mirar hacia arriba: el sol, las estrellas nos van marcando el camino. Si en nuestra vida de cada día miramos nuestros intereses más cercanos posiblemente terminaremos perdiéndonos en la nada. Necesitamos en el desierto mirar hacia arriba, hacia valores que tengan en cuenta a los demás. Es la única posibilidad de no perder el rumbo.

En el desierto encontramos la soledad, que no el vacío. El vacío nos anularía como personas. La soledad puede estar llena de personas. Pero la soledad nos impide “aprovecharnos” de las personas con las que vivimos. Desde la soledad nos encontramos con las personas y con Dios solo desde una actitud: la gratuidad. No es posible una relación comercial: te doy, me das. En la soledad doy sin pedir nada a cambio. No dependo de que lo que pueda recibir a cambio. Y ahí se manifiesta nuestra grandeza humana.