EL PAPA DAVANT NACIONS UNIDES


PARTE DEL DISCURSO QUE EL PAPA FRANCISCO HA HECHO ANTE EL PLENO DEL CONGRESO DE NACIONES UNIDAS

Rindo por eso homenaje a todos los hombres y mujeres que han servido leal y sacrificadamente a toda la humanidad en estos 70 años. En particular, quiero recordar hoy a los que han dado su vida por la paz y la reconciliación de los pueblos, desde Dag Hammarskjöld hasta los muchísimos funcionarios de todos los niveles, fallecidos en las misiones humanitarias, de paz y de reconciliación.
La experiencia de estos 70 años, más allá de todo lo conseguido, muestra que la reforma y la adaptación a los tiempos es siempre necesaria, progresando hacia el objetivo último de conceder a todos los países, sin excepción, una participación y una incidencia real y equitativa en las decisiones. Tal necesidad de una mayor equidad, vale especialmente para los cuerpos con efectiva capacidad ejecutiva, como es el caso del Consejo de Seguridad, los organismos financieros y los grupos o mecanismos especialmente creados para afrontar las crisis económicas. Esto ayudará a limitar todo tipo de abuso o usura sobre todo con los países en vías de desarrollo. Los organismos financieros internacionales han de velar por el desarrollo sustentable de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia.

ARRANCA LO QUE TE IMPIDA DAR FRUTOS DE AMOR

Domingo 27 de abril
26 del tiempo ordinario
Marcos 9,38-43.45.47-48

Érase un rey que cada día dedicaba un tiempo a escuchar las peticiones de sus súbditos. Y cada día un hombre bueno, vestido de mendigo, se acercaba al rey y le ofrecía una fruta muy madura. El rey la recibía y se la entregaba al tesorero que estaba detrás del trono.
Un día, al cabo de muchos años de repetirse este gesto, un mono del palacio vino a sentarse en un brazo del sillón del trono. El mendigo acababa de ofrecer al rey su fruta y éste se la dio al mono. Cuando éste la mordió una joya de mucho valor cayó al suelo.
El rey, maravillado, le preguntó al tesorero qué había sido de las otras. El tesorero no respondió porque había tirado las frutas por la ventana a un patio interior.
El tesorero corrió al patio y allí, en el suelo, encontró las frutas ya podridas y un montón de joyas preciosas.
Un mono –gracias a un mono- que se atrevió a morder la fruta se descubrió el tesoro que le regalaba, cada día, un hombre bueno.
¿Seremos capaces de descubrir lo valioso que nos ofrecen los otros, aunque a primera vista no se vea?

L'IMPORTANT NO ÉS QUEDAR BÉ SINÓ FER EL BE

QUIEN QUIERA SER EL PRIMERO QUE SEA EL SERVIDOR DE TODOS

Domingo 20 de septiembre
25 del tiempo ordinario
Marcos 9,30-37

Según el relato de Marcos, hasta por tres veces insiste Jesús, camino de Jerusalén, en el destino que le espera.
Los discípulos no le entienden. Les da miedo hasta preguntarle. Ellos siguen pensando que Jesús les aportará gloria, poder y prestigio. No piensan en otra cosa. Al llegar a su casa de Cafarnaúm, Jesús les hace una sola pregunta: ¿De qué discutíais por el camino? ¿de qué han hablado a sus espaldas en esa conversación en la que Jesús ha estado ausente?
Los discípulos guardan silencio. Les da vergüenza decirle la verdad. Mientras Jesús les habla de entrega y fidelidad, ellos están pensando en quién será el más importante. No creen en la igualdad y la fraternidad que busca Jesús. En realidad, lo que les mueve es la ambición y la vanidad: ser superiores a los demás.
De espaldas a Jesús y sin que su Espíritu esté muy presente, ¿no seguimos discutiendo de cosas parecidas? ¿tiene que renunciar la Iglesia a privilegios multiseculares o ha de buscar poder social?

Ante el silencio de sus discípulos, Jesús se sienta y los llama. Tiene gran interés en ser escuchado. Lo que va a decir no debe ser olvidado: Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. En su movimiento no hay que mirar tanto a los que ocupan los primeros puestos y tienen nombre, títulos y honores. Importantes son los que, sin pensar mucho en su nombre, prestigio o tranquilidad personal, se dedican sin ambiciones y con total libertad a servir, colaborar y contribuir al proyecto de Jesús. No lo hemos de olvidar: lo importante no es quedar bien sino hacer el bien.

LUCHA POR CONSEGUIR AQUELLO QUE QUIERES

¿Y QUIEN DECIMOS NOSOTROS QUE ES JESÚS?

Domingo 13 de septiembre
24 del tiempo ordinario
Marcos 8,27-35

En el fondo está la pregunta de qué está en nuestra cabeza cuando decimos la palabra “Dios”. El problema no es si alguien cree o no en Dios, sino en qué “dios” cree. Si a muchos que se consideran creyentes nos llevaría muchas sorpresas. Pero muchas más nos llevaríamos si preguntamos a quienes se definen como ateos en qué “dios” no creen.
Jesús le dice a Pedro que está hablando como representante de Satanás, no como Dios quiere que hable. Por eso, la pregunta que ahora debemos hacernos nosotros es ésta: ¿quién queremos que sea, hoy, para nosotros Jesús de Nazaret? ¿Qué Jesús de Nazaret presentamos hoy nosotros, presenta la Iglesia, ante la sociedad en la que vivimos?
Presentamos preferentemente al Jesús triunfalista, al que hace milagros y expulsa demonios, al que multiplica los panes y amansa las aguas del lago, al que deben obedecer, en lo político y en lo religioso, todos los pueblos de la tierra, o hablamos, más bien, con humildad y fervor, del Jesús que nació y vivió como pobre, que luchó incansablemente contra la impiedad y contra la injusticia, que sufrió y murió por no acomodarse a las costumbres, pensamientos y mandamientos de los que tenían el poder político y religioso de su tiempo?
¿De qué Jesús hablamos y a qué Jesús seguimos nosotros y a qué Jesús queremos que siga hoy la sociedad en la que nosotros vivimos? Que cada uno responda como pueda a ésta o a parecidas preguntas.
En definitiva, ¿hablamos y pensamos también nosotros como hablaba Pedro, es decir, como hablan los hombres, como habla Satanás, o hablamos como hablaría Dios, es decir, como de hecho hablaba Jesús de Nazaret?

¿A qué Jesús representa y sigue hoy nuestra Iglesia, la Iglesia Católica, de la que nosotros queremos ser fieles hijos y miembros vivos del cuerpo de Cristo?

EL POBRE VESTIT DE RIC

DIARI DE MARIA

JESÚS SIEMPRE ESTA AL LADO DE LOS POBRES, LOS MARGINADOS, LOS ENFERMOS Y LOS PECADORES

Domingo 6 de septiembre
23 del tiempo ordinario
Marcos 7,31-37

Las noticias y las imágenes del drama de los refugiados que intentan llegar a Europa nos indignan a muchos, aunque los gobiernos siguen hablando de números y no de personas con rostro y una historia detrás y la muerte o la incertidumbre en el presente y el futuro.
Buscamos nuestra tranquilidad, nuestro supuesto bienestar y eso supone no ver ni oír a quienes sufren.
El evangelio de este domingo nos recuerda un milagro de Jesús: cura a un sordomudo; una persona que apenas podía comunicarse con los demás.
Pero Jesús le tiende su mano cariñosa, le cura y le facilita esa relación con los que le rodean.
También nosotros, a pesar de poder oír y hablar, corremos el peligro de vivir solos, aislados en esta sociedad.
La soledad se ha convertido en una de las plagas más graves de nuestra sociedad.
El contacto humano se ha enfriado en muchos ámbitos de nuestra sociedad. La gente no se siente demasiado responsable de los demás. Cada uno vive su mundo. No es fácil el regalo de la verdadera amistad.
Hay quienes han perdido la capacidad de llegar a un encuentro cálido, cordial, sincero. Se sienten demasiado extraños a los demás.
No son ya capaces de entender y amar sinceramente a nadie, y no se sienten comprendidos ni amados por nadie.
Quizás se relacionan cada día con mucha gente. Pero en realidad no se encuentran con nadie. Viven aislados. Con el corazón bloqueado. Cerrados a Dios y cerrados a los demás, son como ”sordomudos“.

Jesús tomó partido por los pobres, los marginados, los enfermos y los pecadores. Siempre estuvo en medio de ellos y a ellos dedicó la primera de sus bienaventuranzas y las parábolas de la misericordia, en que aparece la atención de Dios por lo que estaba perdido.