¿Y QUIEN DECIMOS NOSOTROS QUE ES JESÚS?

Domingo 13 de septiembre
24 del tiempo ordinario
Marcos 8,27-35

En el fondo está la pregunta de qué está en nuestra cabeza cuando decimos la palabra “Dios”. El problema no es si alguien cree o no en Dios, sino en qué “dios” cree. Si a muchos que se consideran creyentes nos llevaría muchas sorpresas. Pero muchas más nos llevaríamos si preguntamos a quienes se definen como ateos en qué “dios” no creen.
Jesús le dice a Pedro que está hablando como representante de Satanás, no como Dios quiere que hable. Por eso, la pregunta que ahora debemos hacernos nosotros es ésta: ¿quién queremos que sea, hoy, para nosotros Jesús de Nazaret? ¿Qué Jesús de Nazaret presentamos hoy nosotros, presenta la Iglesia, ante la sociedad en la que vivimos?
Presentamos preferentemente al Jesús triunfalista, al que hace milagros y expulsa demonios, al que multiplica los panes y amansa las aguas del lago, al que deben obedecer, en lo político y en lo religioso, todos los pueblos de la tierra, o hablamos, más bien, con humildad y fervor, del Jesús que nació y vivió como pobre, que luchó incansablemente contra la impiedad y contra la injusticia, que sufrió y murió por no acomodarse a las costumbres, pensamientos y mandamientos de los que tenían el poder político y religioso de su tiempo?
¿De qué Jesús hablamos y a qué Jesús seguimos nosotros y a qué Jesús queremos que siga hoy la sociedad en la que nosotros vivimos? Que cada uno responda como pueda a ésta o a parecidas preguntas.
En definitiva, ¿hablamos y pensamos también nosotros como hablaba Pedro, es decir, como hablan los hombres, como habla Satanás, o hablamos como hablaría Dios, es decir, como de hecho hablaba Jesús de Nazaret?

¿A qué Jesús representa y sigue hoy nuestra Iglesia, la Iglesia Católica, de la que nosotros queremos ser fieles hijos y miembros vivos del cuerpo de Cristo?