CADA DÍA JESÚS NOS INVITA A MORIR A NUESTRAS DEBILIDADES Y RESUCITAR A UN NUEVO ESTILO DE VIDA
Día de todos los Santos.
Jesús
no rechaza a nadie: somos nosotros los que clasificamos en buenos y malos
La
Resurrección, el último día, será la hora de la verdad
Jesús
es fuente de vida. ¿Por qué temer a la muerte?
La
oración, en el día de los difuntos, es caer en la cuenta de que “todos” estamos
unidos en su misma suerte.
SOY
FELIZ, SEÑOR
Aunque
no entiendo muchas cosas
SOY
FELIZ, SEÑOR
Aunque
lloro por lo que ocurre en el mundo
SOY
FELIZ, SEÑOR
Aunque
me dicen que no tenga sentimientos
SOY
FELIZ, SEÑOR
Aunque
me cuesta seguir tu camino
SOY
FELIZ, SEÑOR
Aunque
cuesta luchar contra la violencia
SOY
FELIZ, SEÑOR
Aunque
a veces se ríen de mí
SOY
FELIZ, SEÑOR
Aunque
me cuesta defenderte
SOY
FELIZ, SEÑOR
Aunque
a veces no soy santo
SOY
FELIZ, SEÑOR
Aunque
no me gusta que me insulten
SOY
FELIZ, SEÑOR
Aunque
no siempre doy la cara por Ti
SOY
FELIZ, SEÑOR
JESÚS ESTA CONTINUAMENTE HABLÁNDONOS DE AMOR, ¿Y NOTROS DE QUE HABLAMOS...?
Domingo 29 de octubre
30 del tiempo ordinario
Mateo 22,34-40
Muchas veces pensamos
que la fe y el Evangelio es algo que sirve para conservar las cosas en orden y
tranquilidad y cada uno en su casa, mientras que, en realidad, el Evangelio
propone un modo de vivir distinto, un mundo distinto basado en el amor. Y
precisamente nuestra sociedad no se basa en el amor, sino en el lucro, en la
ganancia, en el apañarse cada uno como pueda para tirar adelante…
El derecho al dinero que
uno ha ganado no es, en realidad, ningún derecho. Un cristiano no puede decir:
“Esto es mío, pero como soy buena persona, haré caridades”. No, no es eso. Sino
que nuestro deber, el deber de un cristiano, por Ley de Dios, es pensar que lo
que tenemos ha de estar de algún modo al servicio de todos, es decir, al
servicio de los que tienen menos que nosotros. Y así cumpliremos el mandamiento
de Jesús que hemos escuchado en el evangelio: el mandamiento de amar a los
demás, que es la consecuencia primera y palpable del primer mandamiento -el del
amor a Dios- y está unido indisolublemente con él.
Sí, a mi me parece que
el evangelio y las lecturas de hoy deberían hacernos reflexionar sobre el
funcionamiento de nuestro mundo, sobre lo mucho que debería cambiar todo para
que todo eso se acercara un poco más al plan de amor de Dios. Debemos
reflexionar, y ver si en nuestra actuación concreta hay algo que también deba
cambiar.
DOMUND, DIA PER A RECORDAR ALS MES NECESSITATS
Permetre'm que publique una carta que he rebut de missions i que un amic em demana que us transmeta el seu missatge:
Volem que la gent amb sentit missioner s’implique aportant… Son tantes les
necessitats.
Estem en
el mes de les missions, el Domund es el proper diumenge… Qué bó que renovem el
nostr compromís missioner.
També
volem demanar per a poder ajudar en catequesis de comunió i confirmaciò… fan
falta llibres, bolis, i ajuda económica per a tindre una intendència … en els
campaments per als changos… (al menys poden alimentar-se algo millor eixos
dies)…
Enviar
coses es molt complicat…per les aduanes i el envio es car… Podem comprar açí
les coses. (Penso que es mes edicatiu tindre bolis i llibretes de açì…).
Comunica-ho…i
trau de dins eixa sana vocació missionera.
JESÚS NOS INVITA A QUE NUNCA NOS APROVECHEMOS DE SU FIGURA EN BENEFICIO PROPIO
Domingo 22 de octubre
29 del tiempo ordinario
Mateo 22,15-21
Lo que
da verdadero valor al dinero, llámese monedas o billetes, es la imagen que
lleva impresa y las firmas que avalan su autenticidad. Como la moneda lleva la
imagen del César le pertenece. “Dad al César lo que es del César”.
Pero
hay otra moneda circulante por la vida más importante que el denario del César.
Es la moneda llamada hombre. Y el hombre lleva también impresa una imagen que
es la que le da el verdadero valor. Y lleva una firma que le autentica como
válido y auténtico. El hombre lleva la imagen de Dios. “Hagamos al hombre a
imagen y semejanza nuestra”.
El
circulante monetario tiene su respaldo en un Banco Central. El hombre tiene su
respaldo nada menos que en el amor y la gratuidad de Dios. Dinero y hombre son realidades distintas.
El dinero se ha creado para el servicio del hombre. Pero el hombre no ha sido
creado para servir al dinero.
El
denario no tiene conciencia de su propio valor. Vale lo que los hombres
queremos que valga. Unas veces lo revaluamos y otras lo devaluamos. Está a
merced de la Bolsa de Valores y de la economía del país.
Por el
contrario, el hombre está llamado a tomar conciencia de su propia valía. El
hombre está llamado a tomar conciencia de no ser cualquier cosa, sabiendo que
él lleva impresa en su propio ser nada menos que la imagen de Dios que es la
que le da su verdadero valor. El valor del hombre no depende de los vaivenes de
la Bolsa, ni del Ministerio de Economía. El hombre tiene siempre el mismo
valor. Es la moneda más segura
Y sin
embargo hay hombres que aún no han descubierto su verdadero valor, su verdadera
dignidad. Hombres que se creen menos que el dinero. O que prefieren el dinero a
su dignidad. Prefieren llevar la imagen del César que la imagen de Dios.
Hay
algunas preguntas que deberíamos hacernos:
¿Cómo
me valoro a mi mismo?
¿Cómo
valoro a los demás?
¿Cómo
me siento valorado por los otros?
¿Alguna
vez me siento billete o moneda falsificada?
COMENÇA LA FESTA
ENS PREPAREM PER A COMENÇAR EL CURS DE CONFIRMACIÓ.
DADES A TENIR EN COMPTE:
1º ELS BATEJATS EN LA NOSTRA PARRÒQUIA REBREU UNA CARTA PER A VENIR A INSCRIURE-US. SI ALGÚ NO LA REP PERQUÈ ESTÁ BATEJAT EN UNA ALTRA PARRÒQUIA POT DESCARREGAR-SE EL FORMAT DIRECTAMENT DES D'ACÍ.
2º ELS PRÒXIMS DIES 26 I 27 DEL CORRENT DE 19.30 A 20.30 PODEU PASSAR PEL DESPATX PARROQUIAL A LLIURAR LES INSCRIPCIONS.
3º L'INICI DE CURS SERÀ EL DIA 3 DE NOVEMBRE A les 20.00 HORES EN L'ESGLESIA, ON ESTAN CONVOCATS TOTS ELS INTEGRANTS DE CONFIRMACIÓ TANT ELS DE 1º COM ELS DE 2º.
PARA ENTRAR EN LA FIESTA NECESITAMOS UN TRAJE ELEGANTE. NUESTRA MARCA EL AMOR

Domingo 15 de octubre
28 del tiempo ordinario
Mateo 22,1-14
Los cristianos no hemos de distinguirnos por nuestra seriedad, nuestra tristeza, nuestros sacrificios; sino por nuestra felicidad al saber que Dios nos ama por encima de todas nuestras miserias.
Lo primero que nos dice el Evangelio, no es que tenemos que ser buenos; sino que Dios es bueno para todos nosotros y que desborda amor por los cuatro costados. Esto es la Buena Noticia del Evangelio y por eso es Buena Noticia el Evangelio.
Él no pide nada a cambio de su amor. Dios no exige nada por su amor. Le basta con que seamos agradecidos y sepamos disfrutar de su amor y comunicarlo a los demás con el testimonio de nuestras vidas.
La parábola de hoy se sitúa en la línea profética tal como
expresa la primera lectura de hoy: el banquete de Dios es organizado para todos
los pueblos como el signo de una salvación que alcanza la totalidad de la vida
humana.
Es esta universalidad la característica que más oposición causó
en los judíos nacionalistas, e incluso en los primeros cristianos que no
consentían en ceder sus derechos de primogenitura colocándose en pie de
igualdad con los incircuncisos.
La Iglesia cristiana nació con esta conciencia, al principio
larvada y después plenamente luminosa: es la fe en Jesucristo lo que nos
salva a todos por igual.
El amor de Dios, como todo amor verdadero, no pide nada a cambio. En realidad se nos invita a una fiesta con Dios, una comunión con El, a convivir con El. Somos invitados por amistad a vivir una amistad.
La última parte de la parábola nos habla del vestido de boda. Esto es lo que ha llevado a una falsa interpretación de toda ella. Se nos habla del vestido que es preciso llevar. Ese vestido nos lo proporciona el mismo Dios: es la nueva vida a la que estamos invitados.
Se trata simplemente de actuar como Dios actúa. A los cristianos se nos tiene que distinguir por nuestro comportamiento externo, ese es el único vestido que se nos pide, ese comportamiento será la señal de identidad para los demás que nos vean.
El amor de Dios, como todo amor verdadero, no pide nada a cambio. En realidad se nos invita a una fiesta con Dios, una comunión con El, a convivir con El. Somos invitados por amistad a vivir una amistad.
La última parte de la parábola nos habla del vestido de boda. Esto es lo que ha llevado a una falsa interpretación de toda ella. Se nos habla del vestido que es preciso llevar. Ese vestido nos lo proporciona el mismo Dios: es la nueva vida a la que estamos invitados.
Se trata simplemente de actuar como Dios actúa. A los cristianos se nos tiene que distinguir por nuestro comportamiento externo, ese es el único vestido que se nos pide, ese comportamiento será la señal de identidad para los demás que nos vean.
DE NUESTROS AMIGOS EN ARGENTINA
En el corazón de Argentina en la Diocesis de Añatuya esta el que fuera viacario de nuestra parroquia, el amigo Ismael Valls. TU TAMBIÉN PUEDES PARTICIPAR.
LA CONFIANZA NACE DEL AMOR Y DEL COMPROMISO
Domingo 8-10-17
27 del tiempo ordinario
Mateo 21,33-43
Muchos de nosotros tenemos momentos en que actuamos como buenos
braceros de su campo y otros en que nos ciega la ambición; algunos no han
podido ir a trabajar, a otros nadie les ha contratado, otros han ocupado
cátedras o ambones, otros negocios sucios, otros son “personas de la vida”,
durmiendo unos por los huecos en los portales, también las prostitutas
trabajando por su vida, y gentes y gentes de “mal vivir”, “chusma indeseable
viviendo en la miseria”, como les llaman los “doctores”.
Dios quiere frutos en la viña. Él nos habló de ellos con
toda claridad: amor realizado en solidaridad, fraternidad, servicio mutuo,
justicia a los más desfavorecidos, perdón, amor ante todo. Las crisis económico
sociales provocadas por nosotros, no son un fallo de Dios, son nuestros
errores, nuestros pecados. Cuando andamos por medio, nada hay seguro, puede
ocurrir lo mejor y lo peor: injusticias, codicia, ambiciones, pobreza, paro,
niños que mueren de hambre en el regazo de sus madres.
¡Ojala fuera siempre así! Ojala que cuando oigamos una
palabra justa de condenación, de crítica, de denuncia desde los más altos
jerarcas hasta el último de los ciudadanos, también tuviéramos nosotros la
lealtad de reconocer: “va por nosotros, va por mí”. Al hijo del señor de la
parábola decidieron matarlo, qué hubiéramos hecho nosotros, posiblemente no nos
atrevamos a decirlo.
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