3º de adviento
Lucas (3,10-18):
«El
que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga
comida que haga lo mismo». Y nosotros, ¿qué podemos hacer para acoger a Jesús?
Antes
que nada, esforzarnos mucho más en conocer las necesidades de la gente que
tenemos a nuestro alrededor.
Podemos
dar pasos hacia una vida más sobria. Atrevernos a compartir con los más
necesitados tantas cosas que tenemos y no necesitamos para vivir.
Podemos
estar especialmente atentos a quienes han caído en situaciones graves de
exclusión social: desahuciados, privados de la debida atención sanitaria, sin
ingresos ni recurso social alguno… Hemos de salir instintivamente en defensa de
los que se están hundiendo en la impotencia y la falta de motivación para
enfrentarse a su futuro.
Para
muchos son tiempos difíciles. A todos se nos va a ofrecer la oportunidad de
humanizar nuestro consumismo alocado, hacernos más sensibles al sufrimiento de
las víctimas, crecer en solidaridad práctica. Será nuestra manera de acoger con
más verdad a Jesús en nuestras vidas.