DONDE TODO PARECE HABLAR DE MUERTE. JESÚS SE HACE SEMILLA DE VIDA

Sábado 26 de marzo
Sábado santo
Jesús enterrado en un sepulcro nuevo.

El Calvario es el huerto donde se siembran las nuevas semillas que serán las flores y los frutos nuevos de la Pascua.
– En la muerte de Jesús el hombre descubre su verdadera realidad, su verdadera estatura y trascendencia.
En la muerte de Jesús Dios va a completar la obra incompleta de la Creación.
– En el Calvario, en la muerte de Jesús, hasta el sepulcro es nuevo.
No estrenado por nadie.
Porque es a partir de su muerte que también los sepulcros serán todos nuevos.
Porque en cada uno de ellos dejará de escribir su nombre la muerte para escribir el nombre de la vida.
No sé por qué el hombre sigue escribiendo en las losas de los sepulcros las famosos letras del «aquí descansa», cuando en realidad debiera escribir «aquí resucitó… aquí no está».
– Jesús estrena un sepulcro nuevo donde la muerte no tiene nada que hacer.
Un sepulcro que no ha experimentado la muerte y que por primera vez va a experimentar la vida.
Un sepulcro que no se estrena con la muerte sino que se estrena con la vida.
En él, la vida fue más que la muerte. En él, la muerte quedó vencida por la vida.
– Por eso Jesús no tiene un sepulcro propio.
Es un sepulcro prestado. Porque desde entonces, todos los sepulcros están prestados a Jesús para que en ellos venza a la muerte y anuncie la vida.
Todos los sepulcros son suyos, porque en todos, Él se revela: como el Señor de la vida.
Allí donde termina Jesús, comienza el hombre.
Allí donde Él muere, el hombre se abre a la vida.

Allí donde todo parece hablar de muerte, Dios se hace semilla de vida.