SED SAL DE LA TIERRA Y LUZ DEL MUNDO


Jesús es la luz que nos alumbre, y que siempre brilla; la luz cuyo rastro es fácil encontrar, por medio de las luces pequeñas de tantos/as mujeres/es que están al servicio de los demás, que son fieles al mensaje de Jesús. 
Seguro que conocemos muchas personas que desde su vida cristiana y comprometida callada y sencilla, han sido como esos faros que en la costa guían al marinero en la tempestad. Personas que nos han llevado de la mano en nuestro camino de seguimiento del Señor; gente que nos enseñó y nos enseña -con su testimonio de vida- la alegría que produce el encuentro personal con el Señor.