¡FIÉMONOS DE JESÚS!


Domingo 10 de febrero
5º del tiempo ordinario
Lucas 5, 1-11

No es necesario ser santo o perfecto para colaborar con Jesús. Hace falta prestarle nuestra voz, nuestro trabajo y todo será distinto. Se nos propone una vida nueva, en perspectiva de futuro, sin cálculos...y todo cambiará, como cambiaron Isaías y como cambiaron Pedro y Pablo. No somos santos, no somos perfectos ¿cómo podremos? Cuando aprendemos a fiarnos de Jesús y de su mensaje; cuando queremos salir de nuestros límites, El ejemplo de vida de Jesús es más eficaz que nuestras propias razones para no echar las redes en el agua, en la vida, en la familia, entre los amigos, en el trabajo... y seremos ejemplo de vida, y seremos pescadores.