Celebramos hoy “la Pascua del enfermo”. En este domingo se puede reflexionar sobre distintos temas. El evangelio se centra en la promesa de Jesús de que no dejará solos a sus discípulos. Les enviará el Espíritu de la verdad.
Jesús sabía muy bien que había sido el maestro de los apóstoles
y les recuerda que lo que les ha enseñado. No son noticias o verdades
únicamente para guardar en el frigorífico mental de cada uno. Ha querido que
supieran que exigían vivir de una manera diferente, y esto supone saber cumplir
y ponerlo en práctica. Si aprender puede costar poco, realizar lo aceptado es a
veces difícil. Si lo es, no se lo oculta, les anima, porque para conseguirlo,
no estarán solos. Él les enviará su Espíritu, su fuerza y con ella sí que
podrán. No deben, pues, temer. Vuelvo al principio: si tenemos sed de Fe,
cuando nos llegara esta ayuda que se nos anuncia, sentiremos una gran
satisfacción. Que con la Fe se nos da también la alegría, el júbilo.