SEGUEIX ELS PASSOS DE L'ADVENT, ES LLIURE Y POSAT EN MARXA
Un rabi va preguntar als seus estudiants: sap algun de vosaltres quan acaba la nit i comença el dia?
Un estudiant va respondre: “Quan veus un animal en la distància i saps si és una ovella o una cabra”.
Un altre va dir: “Quan veus un arbre en la distància i saps si es tracta d'un cirerer o una mata de plàtan”.
Cadascun dels estudiants anava donant enginyoses respostes fins que el rabi els va dir: “Deixeu-me que us done jo la meua resposta. La nit acaba i el dia comença quan mires a la cara de qualsevol ésser humà i veus la cara del teu germà o germana. Si no pots fer açò, no importa l'hora del dia, encara vius en la nit”.
Advent és temps de distingir a Jesucrist, Príncep de la llum, rostre del germà, entre els altres prínceps d'aquest mercat ambulant humà.
Tots hem vist, alguna vegada, un d'aqueixos pintors que fan retrats ràpids de les persones en el carrer. Un dia va posar un borratxo brut, sense afaitar i amb robes malolents. Malgrat el seu aspecte desastrós va fingir gran dignitat. El pintor li va dedicar més temps del normal i quan va acabar li va presentar a l'home el seu retrat.
Aquest no sóc jo” va dir, sorprés, el borratxo quan es va veure ben vestit i somrient en el retrat. I el pintor li va contestar: “Però aquest és l'home que vostè encara pot arribar a ser”.
La Paraula de Déu en començar l'advent et diu: tu pots canviar, tu pots arribar a ser un altre.
Un estudiant va respondre: “Quan veus un animal en la distància i saps si és una ovella o una cabra”.
Un altre va dir: “Quan veus un arbre en la distància i saps si es tracta d'un cirerer o una mata de plàtan”.
Cadascun dels estudiants anava donant enginyoses respostes fins que el rabi els va dir: “Deixeu-me que us done jo la meua resposta. La nit acaba i el dia comença quan mires a la cara de qualsevol ésser humà i veus la cara del teu germà o germana. Si no pots fer açò, no importa l'hora del dia, encara vius en la nit”.
Advent és temps de distingir a Jesucrist, Príncep de la llum, rostre del germà, entre els altres prínceps d'aquest mercat ambulant humà.
Tots hem vist, alguna vegada, un d'aqueixos pintors que fan retrats ràpids de les persones en el carrer. Un dia va posar un borratxo brut, sense afaitar i amb robes malolents. Malgrat el seu aspecte desastrós va fingir gran dignitat. El pintor li va dedicar més temps del normal i quan va acabar li va presentar a l'home el seu retrat.
Aquest no sóc jo” va dir, sorprés, el borratxo quan es va veure ben vestit i somrient en el retrat. I el pintor li va contestar: “Però aquest és l'home que vostè encara pot arribar a ser”.
La Paraula de Déu en començar l'advent et diu: tu pots canviar, tu pots arribar a ser un altre.
LEVÁNTATE, ESTATE PREPARADO Y DISPUESTO
Domingo 29 de noviembre
Primer domingo de adviento
Lucas 21,25-28.34-36
Primer domingo de adviento
Lucas 21,25-28.34-36
Cuentan
que en una tertulia en que intervenía Ortega y Gasset saltó el tema de lo que
habían cambiado los contertulios en la última etapa de su vida. Cada uno ponía
de relieve los cambios más significativos. Uno de los contertulios comentó: “Yo
llevo prácticamente treinta años sin cambiar nada. Le he cogido el tranquilo a
la vida, y ahí sigo”. “¿Cuántos años has cumplido?”, le pregunta Ortega y
Gasset. “Tengo 64″. “No, le replica, tú no tienes 64 años, tú tienes 64 veces
el mismo año”.
Con
frecuencia nuestra vida se parece a un carrusel o un tiovivo: damos siempre
vueltas en torno al mismo eje. Aparentemente avanzamos. En realidad estamos
siempre en el mismo sitio.
Quien
elige el carrusel como forma de existencia es un “muerto en vida”, o un
permanente infante.
A la
velocidad que se mueven las cosas en nuestro mundo, la vida es más parecida a
un viaje en avión.
Pero
imagínate que uno cree que ya ha logrado todo como persona y como cristiano.
Podrá querer seguir creciendo aumentando sus bienes materiales. Pero sus
convicciones como persona, su forma de afrontar la vida, de vivir la fe lo
considera algo ya alcanzado.
Ha
llegado el momento de no plantearse cosas nuevas que puedan complicar una forma
ya “estable” de vivir.
¿Qué
haría? Pisar el freno del avión. ¡Hasta aquí he llegado! Si eso fuera posible
el avión caería en picado a tierra y su vida terminaría hecha pedacitos.
Es
evidente. Pero muchas veces actuamos así. Y así nos va.
Por
fortuna estamos en pleno vuelo. Y el comienzo del adviento es una invitación a
revisar si el rumbo y la velocidad a los que vivimos son los correctos para
llegar a un aterrizaje feliz o si debemos hacer algunos cambios.
Cada día una nueva pregunta, cada año un
nuevo planteamiento. Mira hacia atrás y piensa: ¿Por qué hice todo eso? Mira
adelante y grita: ¡Cuánto me queda por hacer!
JESÚS, REY DE LA VERDAD
Domingo 22 de diciembre
Jesucristo, Rey del universo
Juan 18,33b-37
El reino de Jesús nada tiene que ver con los
reinos de este mundo basados en el poder y la fuerza. Su reino se expresa en
la debilidad y en la entrega del amor y el servicio.
¿Qué
significa “vivir en la verdad”?
Al
menos cuatro cosas que podrían ampliarse:
“Decir la verdad”. Es lo más elemental. No mentir. Que mis
palabras coincidan con lo que honestamente creo. No traicionarme a mí mismo
para sacar ventaja de los demás mintiendo, aunque pueda estar equivocado. Pero
la cosa no termina ahí.
“Ser verdad”. Damos un paso más allá de las palabras.
Ser verdad es ser coherente conmigo mismo. No jugar en la vida con dos barajas
y utilizar en cada momento la que más convenga a mis intereses.
“Hacer la
verdad”. Supone
otro paso más. Hacer la verdad se puede identificar con practicar la justicia.
Estar dispuesto a pagar el precio de ser fiel a la verdad. Hacer lo que
sinceramente creo que tengo que hacer en cada momento, cueste lo que cueste…
aunque pierda “amistades”, prestigio social, posición económica… en el caso de
Jesús le llevó a perder la vida.
“Callar la verdad”. Es algo que pocas veces se nos dice a los
cristianos, pero creemos en un Dios que sale como garante de la buena fama de las
personas y si yo conozco errores, pecados, metidas de pata de alguien, aunque
sean ciertas, no tengo derecho a decirlas, a quitarle la fama (di-famarlo),
salvo que el callarme perjudique de forma grave a terceras personas. Revisemos
la actitud de Jesús frente a personas pecadoras (ver Juan 8, 1-11).
Dar testimonio de la verdad supone hacer más
evangélicas las bases de nuestra economía, de nuestra sociedad y de nuestra
religión.
JESÚS NOS INVITA A QUE ROMPAMOS MUROS PARA VER EL MUNDO
Domingo 15 de noviembre
33 del tiempo ordinario
Marcos 13,24-32
El
muro de “yo soy así”, y que nos impide ver y aceptar a los demás como ellos
son.
El
muro de “yo pienso que las cosas tienen que ser así”, y nos impide respetar el
modo cómo las ven los demás. Como si fuésemos los únicos que tenemos ojos para
ver, y gusto para discernir.
El
muro de “a mí no me cambia nadie”, y que nos impide ver la luz de la verdad que
los demás quieren irradiar sobre nosotros. Y no nos sentimos afectados por las
señales que cada día Dios nos envía a través de los acontecimientos de la vida.
El
muro de “yo soy el jefe, la cabeza”, y no nos deja ver que los demás también
piensan, y que los demás también tienen cabeza.
El
muro de “las cosas que tengo y he conseguido en la vida” y que nos cierran a la
luz que Dios nos envía a través de las necesidades de los demás.
El
muro de “mi carácter es así” y nos cierran el paso a la luz que nos invita a
ser de otra manera y la llamada que nos llega desde los demás.
El
muro de “mis tristezas y preocupaciones“, que nos cierra sobre nosotros mismos
y no somos capaces de abrirnos a la alegría de la vida.
El
muro de “yo hice tal cosa y ya estoy marcado para siempre”, y nos impide el
gozo y la alegría de saber que el pasado ya no existe y que lo existe es el
presente y el futuro que está amaneciendo.
En la
vida no siempre es cuestión de construir. También a veces es preciso destruir.
Nada
hay más bello que despertarse y poder contemplar el sol.
Nada
más bello que despertarse cada día y poder ver la luz que irradian aquellos que
viven a nuestro lado.
Nada
más bello que despertarse cada mañana y sentir la alegría de un nuevo día, un
nuevo amanecer, un nuevo mundo.
Puede que la vida se encargue de derrumbar
muchos de esos muros que nos impiden ver con claridad.
JESÚS VALORA AL QUE DA LO QUE TIENE
Domingo 8 de noviembre
32 del tiempo ordinario
Marcos 12,38-44
Se
acercó y comprobó que padecía un ataque de apendicitis. Llamó a un taxi, se lo
llevó al quirófano y lo operó. A los ocho días, al darle el alta, el pobre de
solemnidad, que no podía pagar nada porque nada tenía, metió su mano en el
bolsillo y, mostrando una peseta, le dijo: «Doctor, le doy todo cuanto tengo».
Y se la depositó en la palma de la mano.
El
médico cirujano terminaba diciendo: «Nadie me pagó tanto ni tan bien como aquel
pobre. Me dio todo lo que tenía. Por eso le puse un marco a aquella peseta, que
tanto ha significado en mi vida; y colgué aquel cuadro en un lugar preferente
de mi despacho».
Dios,
sin embargo, como podemos ver en las lecturas de hoy, tiene otra forma de
valorar. No se fija tanto en la cantidad de la limosna sino en la calidad, porque
no es lo mismo dar mil euros cuando se tienen doscientos mil y quedan todavía
ciento noventa y nueve mil, que dar cien euros cuando sólo se tienen doscientos
o nada más que los cien que se dan.
Y en
el trabajo de los hombres ocurre otro tanto. Dios valora la intención, el
esfuerzo, la alegría con que se hace; y los hombres, sin embargo, lo valoramos
por su brillantez.
Ante
los ojos de Dios el mismo valor puede tener el trabajo de un simple albañil que
el trabajo de un ministro.
Posiblemente
como cristianos tendríamos que revisar muchos de los criterios con los que
valoramos las acciones de los demás.
ACTE LITURGIC D'INIC DE CURS
COMENÇA
LA MARXA
2015-2016
Dirigit pel nostre rector Ismael es va desenvolupar un acte senzill però de compromís de les i els que se confirmen amb aquells actes i paraules amb les quals en el baptisme les seues mares i pares es vancomprometre a ser i estar en l'església i que ahir van repetir tot el grup de xiques i xics que s'estan preparant per a rebre la confirmació.
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