Nos quejamos de que los inmigrantes entran a quitarnos el pan,no quejamos de que se da demasiado al tercer mundo cuando aquí hay tantas necesidades y al mismo tiempo decimos que creemos en el mensaje de Jesús, algo falla o estamos con el cesar o estamos con Jesús. Hoy día del domund es tiempo de aclararnos.
Se misionero des de tu mundo, si te lo propones lo puedes conseguir.
EL PROBLEMA DE TENER BOLSILLOS
Érase una vez un rey muy
querido por todos sus súbditos, pero estaba muy enfermo y necesitaba un
trasplante de corazón. Se congregaban todos ante el palacio y gritaban: Oh rey,
toma nuestros corazones.
El rey se emocionaba y callaba. Un buen día pidió silencio y les dijo a todos
los allí congregados: Voy a tirar una pluma de ave y la persona sobre la que se
pose me ofrecerá su corazón.
Soltó una pluma y ésta revoloteaba de un lado para otro y todos
gritaban: Oh rey, toma nuestros corazones, al mismo tiempo que soplaban para
que no les cayera encima.
Confesar la fe es fácil, vivir la fe y arriesgar la
vida por Dios es el heroísmo cristiano.
Dice una historia judía, con mucho humor, que Dios
no vistió a Adán y a Eva porque una vez vestidos habrían pedido bolsillos y una
vez que tuvieran bolsillos pedirían dinero para llenarlos.
¿Será el amor al dinero nuestra única pasión y
lealtad?
“Tú enseñas el verdadero camino hacia Dios”,
alabanza fingida e hipócrita de los enemigos de Jesús cuya única intención es
poner a prueba su fidelidad y su patriotismo.
Jesús, ¿hay que pagar los impuestos a César?¿Eres
pro-Dios o pro-César?
Recordemos que estos mismos enemigos de Jesús
dijeron a Pilatos antes de la crucifixión: “Si sueltas a ése, no eres amigo del
César.
Los tiempos que vivimos son tiempos del César. El
poder político y temporal con sus muchos tentáculos y su gran poder nos lava el
cerebro y quiere que todos seamos iguales, uniformados por su sibilina
propaganda. Es “la bestia” que surge de la tierra según el libro del
Apocalipsis cuya marca es necesaria para comprar y vender, para gozar y ser
feliz, para triunfar, para ser plenamente humano y ciudadano.
¿O existirá otro camino?
¡Feliz Domingo!