QUE POT FER ELL PER TU?

JESÚS ENS VOL INCONDICIONALS

YA TIENES CLARO COMO SEGUIR A JESÚS


Domingo 19 de abril
2º domingo de pascua
Juan 20,19-31

Jesús tiene las ideas muy claras de cómo hay que seguirle si queremos seguirle y en está lectura nos lo dice muy claro.
A partir de la experiencia de los apóstoles deberíamos preguntarnos si nuestra fe como personas y como comunidad eclesial se basa en la experiencia de la resurrección de Jesús.
¿Miramos hacia el pasado o hacia el futuro con la confianza puesta en un Dios que no falla? ¿Procuramos “conservar” lo que creemos tener o caminamos con la esperanza de quien cree que hasta la muerte ha sido vencida?
No podremos tocar las llagas de Jesús.
Pero en nuestro mundo sigue habiendo muchos crucificados por el hambre, la injusticia, la guerra, la pobreza, la marginación, la emigración… y con demasiada frecuencia evitamos tocar sus llagas.
Solo quien mete sus dedos en las llagas de los crucificados de hoy podrá ver al Resucitado. Lo mismo que pasó hace dos mil años. Jesús no va a aparecer caminando por nuestras calles. Verlo y creer en Él supone tomarse en serio lo que dijo un día: “Quien quiera ser mi discípulo, que cargue con su cruz y me siga”.

JESÚS RESSUCITA, PREPAREM EL CAMÍ

TROBARAS A JESÚS QUAN BUSQUES ENTRE ELS VIUS

BUSQUEMOS LA IMAGEN DE JESÚS ENTRE LOS POBRES

Domingo 12 de abril
Domingo de Resurrección

De qué quiere Usted la imagen?
Preguntó el imaginero, tenemos santos de pino, hay imágenes de yeso, mire este Cristo yacente,  madera de puro cedro, depende de quien la encarga, una familia o un templo, o si el único objetivo es ponerla en un museo.
Déjeme pues que le explique, lo que de verdad deseo.
Yo necesito una imagen de Jesús El Galileo, que refleje su fracaso intentando un mundo nuevo, que conmueva las conciencias y cambie los pensamientos, yo no la quiero encerrada en iglesias y conventos.
Ni en casa de una familia para presidir sus rezos, no es para llevarla en andas cargada por costaleros, yo quiero una imagen viva de un Jesús Hombre sufriendo, que ilumine a quien la mire el corazón y el cerebro.
Que den ganas de bajarlo de su cruz y del tormento, y quien contemple esa imagen no quede mirando un muerto, ni que con ojos de artista sólo contemple un objeto, ante el que exclame admirado ¡que torturado más bello!.
Perdóneme si le digo, responde el imaginero que aquí no hallara seguro la imagen del Nazareno.
Vaya a buscarla en las calles entre las gentes sin techo en hospicios y hospitales donde haya gente muriendo en los centros de acogida en que abandonan a viejos, en el pueblo marginado entre los niños hambrientos, en mujeres maltratadas en personas sin empleo.
Pero la imagen de Cristo no la busque en los museos, no la busque en las estatuas, en los altares y templos.
Ni siga en las procesiones los pasos del Nazareno, no la busque de madera, de bronce de piedra o yeso, ¡mejor busque entre los pobres!
su imagen de carne y hueso!       
( el original es de Gabriela Mistral)

JESÚS ENS CONVIDA A PARAR-NOS

Us convidem a buscar formes completament noves de recordar la passió i mort de Jesús.
Com ho va ser per a Jesús, ha de ser una manifestació de proximitat humana al dolor del món, a la marginació social, a l'exclusió dels més extraviats, mitjançant actes que remeien alguna cosa el mal que van les coses.
Serà això possible? Tindríem, almenys, que pensar-ho.
FELIÇ DIVENDRES SANT

JESÚS ENS AJUDA A SUPERAR EL CALVARI QUE ESTEM VIVINT

TAMBÉ A CASA PODEM VIURE EL DIUMENGE DE RAMS

DEJEMOS QUE JESÚS ENTRE EN NUESTROS CORAZONES

JESÚS, UNA VENTANA A LA ESPERANZA


Domingo 5 de abril
Domingo de Ramos
Mateo 27,11-54

Confinados en casa, terminando la quinta semana de Cuaresma, se alza el telón de la Semana Santa, cuyo pórtico es el Domingo de Ramos, con la bendición y la procesión de las palmas, recordando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Es el único domingo del año en que se celebra el misterio de la muerte del Señor con la proclamación del relato de la pasión. Una Semana Santa muy diferente, recogidos no solo en nuestros domicilios, también en el interior de nuestros corazones, buscando a Dios entre la niebla. Siguiendo la pasión de tantos cristos rotos y crucificados en los hospitales, que se nos estremece el alma.
Para ello, es necesario aprender a mirar, que significa mirar de nuevo, como si las cosas aparecieran por primera vez, centrarse en lo esencial, lo sencillo y lo más humano. Requiere abrir la ventana del alma para que nada resulta ajeno, es un situarse en la cercanía de la humanidad herida desde la sim-patía (sentimiento). La mirada atenta y misericordiosa se inclina para acercarse al herido, una mirada que se compromete con su situación y toca sus heridas.