PARÉMONOS OREMOS

Señor, enséñame a buscar sin desesperar. A no rendirme. A luchar por aquello que merece la pena. Enséñame a ser fuerte en los momentos en que mi vida se asemeje a ese huerto de olivos y pesadilla… a no rendirme.


Dime que era verdad aquel sendero

que se perdía entre la paz de un prado;

aquel otero puro que he mirado

yo tantas veces con candor primero.

Dime que era verdad aquel lucero

que se incendia casi a nuestro lado.

Di que es verdad que vale un mundo amado

y un cuerpo roto en un vivir sincero;

Di que es verdad que vale haber sufrido

y haber estado entre la mar sombría;

que vale haber luchado, haber perdido.

Haber vencido a la melancolía,

haber estado en el

dolor, dormido,sin despertar, cuando llegaba el día