Domingo 14 de septiembre.
24 del tiempo ordinario.
- «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta:
Jesús le contesta:
- «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
¿Que es lo primero de la vida? Lo primero es AMOR A LOS DEMÁS. ¿Qué es lo más necesario en la vida? Las necesidades básicas: alimento, techo y vestido. Las dos juntas lo primero y lo necesario nos hacen fuertes y hermanos/as de nuestros hermanos/as. Pero además hay una muy especial, el perdón. Que no significa olvidar, sino recordar sin rencor. Porque todos necesitamos ser perdonados en muchos momentos de la vida. Y, por eso mismo, todos necesitamos aprender a perdonar.
.San Pedro, que como a todos le debía costar eso de perdonar de verdad, le pregunta a Jesús hasta dónde tiene que perdonar. Jesús, con su respuesta, le abre el horizonte: “setenta veces siete” equivale a “siempre”. Y como es un buen Maestro, se lo cuenta con una historia. La historia de aquél hombre a quien se le perdonó una fortuna… y sin embargo él no fue capaz de perdonar una pequeña deuda. Y, como otras veces, Jesús lo mostró en su vida, al ofrecer el perdón de Dios a quienes se le acercaban arrepentidos… y al acabar perdonando Él mismo en la cruz a los que le quitaban la vida.
.Lo decimos cada vez que recitamos la oración del “Padre Nuestro”: “perdónanos… como nosotros vamos a perdonar”. Dejar que Dios nos reconcilie en nuestras contradicciones, oscuridades, pecados… para después, nosotros, ofrecer ese perdón a los que nos han ofendido, rompiendo así la cadena de la venganza.
.
Lo que necesitas es… perdón. Recuerda la última vez que te sentiste perdonado. Haz memoria de alguien que necesite tu perdón. Y ora al Padre: “perdónanos… como nosotros perdonamos”.