Y VOSOTROS ¿QUIEN DECÍS QUE SOY YO?

CADA UNA/O TIENE UNA MISIÓN EN LA IGLESIA
“A veces me avergüenzo de la iglesia. A veces me avergüenzo de mis hermanos cristianos y casi siempre me avergüenzo de mí mismo, pero nunca me avergüenzo de Jesús, el Hijo de Dios vivo. Dios no depende de los líderes maravillosos, inteligentes y atrevidos, depende de su iglesia, que es nosotros”.

Pedro y Pablo son el número uno en esa larga lista de hombres y mujeres que vivieron en la amistad del Señor.
La Iglesia es como un gigantesco iceberg viajando por el mar. Lo que vemos, la punta del iceberg, no es nada comparado con lo que las aguas guardan y esconden.
Lo que vemos cada día con nuestros ojos es la institución externa: obispos, sacerdotes, feligreses, templos, titulares en los periódicos, vosotros y yo intentando cada día vivir como Jesús; pero venimos a la eucaristía para ver con los ojos de la fe el misterio interior de la presencia escondida de Jesús, para edificar nuestras vidas sobre el único y verdadero cimiento que es Jesús.
La iglesia ha conocido la gloria durante los dos mil últimos años. Y es verdad que también ha conocido la vergüenza, tiempos de persecución y de corrupción. Y no es ningún secreto que en estos últimos tiempos los escándalos la han sacudido violentamente.
Lo que siempre devuelve a la iglesia la estabilidad y la renovación es la vuelta a lo básico: la vuelta a Pedro y Pablo, lo que ellos aprendieron de Jesús y nos entregaron.

PORQUE LO QUE IMPORTA ES LA ETERNA PREGUNTA: "Y VOSOTROS QUIEN DECÍS QUE SOY YO"?????