¡VAS POR DELANTE, SEÑOR!
Mira al enfermo que, desde la azotea de su necesidad, te grita: ¡acuérdate de mí!
Detén tu mirada sobre el que, muerto aun estando vivo, te pide un poco de esperanza en su caminar
No dejes de bendecir a los que, abriendo su corazón, te dicen que, entre todo lo conocido, Tú eres lo mejor y digno de tener como ejemplo.
Mira al enfermo que, desde la azotea de su necesidad, te grita: ¡acuérdate de mí!
Detén tu mirada sobre el que, muerto aun estando vivo, te pide un poco de esperanza en su caminar
No dejes de bendecir a los que, abriendo su corazón, te dicen que, entre todo lo conocido, Tú eres lo mejor y digno de tener como ejemplo.
¡VAS POR DELANTE, SEÑOR!
Gracias, Jesús, por compartir nuestras prisas y ofrecernos un poco de calma
Gracias, Jesús, por no ser indiferente a nuestra vida y colmarnos con tu gracia
Gracias, Jesús, por contemplar nuestra situación y regalarnos tantas caricias con serenas respuestas
Gracias, oh Cristo, porque tu Cuerpo y tu Sangre nos compromete con los demás, nos hace fuertes, decididos, atrevidos, entusiastas, comprometidos…. y nos hace sentir hoy, más que nunca, que merece la pena caminar y vivir contigo.