Domingo 15 de enero
2º del tiempo ordinario
Juan 1,29-34
Ha venido Jesús para acampanar junto a nosotros. Para
recordarnos que, en el camino del amor, es donde mejor le podemos encontrar,
conocer y servir.
Y es que, a veces, nos puede ocurrir como aquel funcionario que
–aun teniendo datos de las personas a las que atiende- no conoce nada de lo que
acontece en el interior de esas personas. ¿Y nosotros? Sí; tal vez de lejos o
de cerca poseamos algunas reseñas o antecedentes sobre Jesús (se hizo hombre
por salvarnos, nació en Belén, padeció, murió, resucitó….) ¿Pero sabemos de
verdad quién es Jesús?
Conocer a Dios es sumergirnos en sus entrañas. Tener
experiencia de su presencia y, por lo tanto, fecundar toda nuestra vida con su
Palabra y su soplo divino. ¿Qué ocurre entonces? Pues que, tal vez, tenemos conceptos
de Dios y, tal vez, no poseemos a Dios.
Solo podremos encontrar a Jesús si entendemos su mensaje y lo vivimos intensamente.