SOMOS HIJOS DE MARIA Y HERMANOS DE JESÚS, NO ESCLAVOS

Domingo 1 de enero
María Madre de Jesús
Lucas 2, 16-21

MARIA ES NUESTRA MADRE Y SOMOS HERMANOS DE JESÚS, MEJOR IMPOSIBLE
El recuerdo de la Virgen María hace aún más agradable esta buena noticia.   

Ella, María de Nazaret, una humilde muchacha de pueblo, fue elegida de Dios para traer a este mundo al Salvador. Y hoy, primero de enero, los cristianos le dedicamos una de las fiestas más solemnes del año, recordando y celebrando su Maternidad: Santa María, Madre de Jesús.
Ciertamente es un recuerdo que a todos nos llena de alegría y de esperanza. Y que está plenamente centrado en el espíritu de estas fiestas navideñas: ella, nuestra mejor maestra en la celebración de la navidad.
María, la Madre, la que dio a luz a Jesús. La que se alegró íntimamente de la presencia de los pastores y de las palabras que decían. La que le llevó al templo. La que junto con José su esposo, le puso el nombre de Jesús. La que “meditaba todas estas cosas” que pasaban a su Hijo, “guardándolas en su corazón”…
Más tarde ella será también la perfecta discípula de su Hijo, la primera cristiana, miembro de la comunidad apostólica de Jerusalén.
Por eso no nos extrañamos que, junto a su entrañable título de Madre de Jesús, sea invocada hoy gozosamente por los cristianos como Madre de la Iglesia, Madre de todos los que creen en Jesús.
Así empezamos el año con una fe renovada en Jesús, como el hermano que dio su vida por nosotros. Y a la vez con un recuerdo filial hacia su Madre y nuestra Madre.
También fue ella la que mejor supo alabar a Jesús, dándole gracias en su canto del Magníficat, por lo que había hecho en favor de todos. Y finalmente estuvo al pie de la Cruz, en comunión perfecta con su Hijo en el momento de la muerte, como lo había estado en el de su nacimiento.
¿No son estas tres actitudes las fundamentales en nuestra Eucaristía?    Escucha de la palabra, acción de gracias, comunión con el Cuerpo entregado y la Sangre derramada de Cristo Jesús…
Que la Virgen María, Madre, sea nuestra imagen y aprendamos de su humildad y sencillez y nos dé ánimos para empezar con optimismo cristiano el nuevo año.