JESÚS ES MÁS HUMANO QUE NOSOTROS

Domingo 4 de enero
Segundo domingo de Navidad
Juan 1, 1.18
 
Me ocurrió hace ya años en el norte de Argentina, cerca de la frontera con Paraguay.
Estaba encargado de la catequesis y nos dimos cuenta de que había un buen grupo de chicos y chicas que pasaban el día de la mañana a la noche en la estación de autobuses vendiendo comida a los viajeros que estaban de paso.
Si a la noche no llevaban a casa una cierta cantidad de dinero, la paliza que les esperaba era buena.
La mayoría no iban a la escuela y, por supuesto, mucho menos a la catequesis.
Organizamos un grupo de catequesis para ellos adaptado a su horario “laboral”. La respuesta superó con creces nuestras expectativas. Eso sí, había que parar cuando llegaba un autobús para que pudieran vender algo a los pasajeros.
Les hicimos una pequeña encuesta para saber de dónde partíamos. Una de las preguntas era: “¿Has tenido alguna vez miedo de Dios? ¿Por qué?”.
Me sorprendió la respuesta de una niña de unos 12 años: “Yo nunca le he tenido miedo a Dios, porque es más humano que nosotros”.
Ya quisiera yo que muchos sacerdotes y cristianos de toda la vida tuviéramos esa misma visión de Dios.
Hemos “deshumanizado” a Dios. Y lo grave es con esa actitud hemos negado la encarnación de Dios. Hemos negado la raíz de nuestra fe.