JESÚS ES AMOR Y NOS DA AMOR


Domingo 19 de mayo
5º de Pascua
Juan 13,31-33a,34-35

Ser cristiano, discípulo de Jesús, es amarse los unos a los otros. Es la Buena Noticia que Jesús nos deja, que mantiene hoy la misma función de siempre: rescatar el fondo de bondad de todo ser humano y ofrecernos un marco en el que podamos realizarnos, sin perder nuestra identidad, sintiéndonos llamados a la responsabilidad moral de crear alrededor nuestro más humanidad, porque sólo el amor humaniza, nos vuelve verdaderamente humanos.
Jesús amó a los suyos, les dijo: “vosotros sois mis amigos”, no siervos, ni súbditos…sois mis amigos. Así les amó.
La amistad sincera es lo que de verdad nos une a los humanos. Entre amigos hay igualdad, apoyo, reciprocidad, la mayor generosidad. Nadie se siente superior a nadie. Se respetan las diferencias, pero ante todo se busca y se cultiva la cercanía, la colaboración, los amigos se aceptan unos a otros, se quieren, se ayudan. La verdadera amistad es capaz de vigorizar los lazos más firmes de unión en cualquier comunidad por diferente que ésta sea.
Creemos comunidad de amor allá donde vivamos, pongamos amistad como Jesús puso para que podamos decir como él dijo: “sois mis amigos”.