Domingo 24 de marzo
3º de Cuaresma
Lucas 13,1-9
Lo
que necesitamos hoy en la Iglesia no es solo introducir pequeñas reformas,
dejar pasar el tiempo o cuidar la adaptación a nuestros tiempos y a nuestros
intereses. Necesitamos una conversación en un nivel más profundo, un «corazón
nuevo», una respuesta responsable y decidida a la llamada de Jesús.
Hemos
de reaccionar antes de que sea tarde. Jesús está vivo en medio de nosotros.
Como el encargado de la viña, él cuida de nuestras comunidades cristianas, cada
vez más frágiles y vulnerables. Él nos alimenta con su Evangelio, nos sostiene
con su Espíritu.
Hemos
de mirar el futuro con esperanza, al mismo tiempo que vamos creando ese clima
nuevo de conversión y renovación que necesitamos tanto y que los decretos del
Concilio Vaticano no han podido hasta ahora consolidar en la Iglesia.