Domingo 27-7-18
17º del tiempo ordinario
Juan 6, 1-15
Lo
primero es que todo el mundo pueda tener lo necesario para vivir. Pero la
misión de Jesús, lo que Jesús viene a decir y a hacer, no termina con esto. El
pan es un signo de un banquete más pleno, más definitivo, más para siempre. Así
como para nosotros, por ejemplo, la cena de Nochebuena no es solo una comida
que hacemos porque tenemos hambre, sino que es signo de fiesta, de unión
familiar, de alegría compartida, lo mismo ocurre con la comida que Jesús
dispuso para la multitud.
Preguntémonos:
¿qué buscamos nosotros en Jesús? Preguntémonos si nuestras únicas aspiraciones
son lograr que la vida nos funcione bien
y sin problemas, o si esperamos de él algo más. Cuando participamos del
banquete de la Eucaristía, ¿qué buscamos? Preguntémoslo hoy muy de verdad: ¿qué
buscamos nosotros en Jesús?